La tasa de los bonos del Tesoro estadounidense a 30 años trepó a 6,62% debido a las expectativas de la reunión de la Reserva Federal de mediados de enero. Esta tasa es la más alta desde mediados de 1997.
La Asociación Nacional de Gerentes de Compra anunció ayer que su índice general de precios llegó a la marca de 55,5 en diciembre, cuando los valores por encima de 50 se consideran como presagio de inflación.
Además de este indicador, la tasa de empleo también creció, pasando de 52,2% a 54,3%, lo que también revela que la expansión económica no parece perder fuerza.
En este contexto, opinan los especialistas, las expectativas de que la Reserva Federal determine una elevación de tasas para enfriar la economía, y así contener la inflación -ese es el objetivo de política de la institución- son masivos entre los inversores.
La previsión de la venta futura de bonos en las operaciones de mercado abierto por parte del Fed explica que los tenedores se adelanten a la futura caída de su precio, y vendan ahora, lo que deprime su valor de mercado, y paralelamente aumenta su retorno, la tasa de interés.
La tasa de los bonos del Tesoro estadounidense a 30 años trepó a 6,62% debido a las expectativas de la reunión de la Reserva Federal de mediados de enero. Esta tasa es la más alta desde mediados de 1997.
La Asociación Nacional de Gerentes de Compra anunció ayer que su índice general de precios llegó a la marca de 55,5 en diciembre, cuando los valores por encima de 50 se consideran como presagio de inflación.
Además de este indicador, la tasa de empleo también creció, pasando de 52,2% a 54,3%, lo que también revela que la expansión económica no parece perder fuerza.
En este contexto, opinan los especialistas, las expectativas de que la Reserva Federal determine una elevación de tasas para enfriar la economía, y así contener la inflación -ese es el objetivo de política de la institución- son masivos entre los inversores.
La previsión de la venta futura de bonos en las operaciones de mercado abierto por parte del Fed explica que los tenedores se adelanten a la futura caída de su precio, y vendan ahora, lo que deprime su valor de mercado, y paralelamente aumenta su retorno, la tasa de interés.