Las importaciones argentinas siguieron el descenso en los primeros cinco meses del 2015, en comparación con iguales períodos en 2010, 2011, 2012, 2013 y 2014. La caída no se observa solo frente a los niveles de 2014 sino a los de 2011, el año de mayores importaciones y en el que se intensificaron los controles a las importaciones, según el análisis que publica DNI en su informe número 116, con la firma de Marcelo Elizondo.
La Argentina implementa desde 2011 controles a las importaciones en el marco de la denominada política de administración del comercio. Esos controles han hecho descender las importaciones generales constantemente desde ese año (2011), que fue el año de mayores importaciones en la historia de nuestro país.
Esa caída de importaciones ha tenido directa relación con un detenimiento (inicial), un debilitamiento y una caída (posterior) en la actividad industrial.
En 2014, Argentina importó 65.324 millones de dólares, lo que supone una cifra muy menor a la alcanzada tres años antes (a partir de que comenzó la caída de importaciones): había importado en 2011 la suma de 73.922 millones de dólares. En 2013, las importaciones llegaron transitoriamente a 73.656 monto parecido al del récord de 2011, habiendo subido ese año desde los 68.508 millones importados en 2012 (que ya habían significado un descenso relevante frente al récord de 2011).
Entre 2005 y 2011, las importaciones habían crecido 157%.
Las importaciones limitadas iban a la producción industrial
El grueso de las importaciones argentinas se destina a la producción. Si se analiza lo importado en el año de mayores compras desde el exterior, pero también el año de inicio de las mayores restricciones, se observa que de lo importado en ese 2011 (año a partir del cual comienza el descenso inducido de importaciones), el 29% fueron bienes intermedios (insumos para la producción), el 20% bienes de capital (principalmente máquinas y artefactos para la producción) y el 19% piezas, partes y accesorios para bienes de capital (para reposición o armado de instrumentos para la producción).
Por otro lado, el 13% había sido de lubricantes y combustibles (y debe considerarse que alrededor del 40% del consumo energético argentino es de uso industrial y alrededor del 25% es para consumo comercial -el resto, consumo doméstico-).
Si se considera la adición de lo referido en relación a la producción, de descubre que el 78% de lo importado se destina a la producción.
Si a ello se agrega que en 2011 Argentina importó 8% del total adquirido en el exterior en automotores y que una porción de ellos se destina a la actividad económica de manera directa, puede concluirse que un 80% de las importaciones (afectadas en el descenso general) impactan en la actividad económica.
Por otro lado, los bienes de consumo en ese año representaron solo el 11% del total importado.
La actividad industrial fue (según mediciones privadas) en 2014 un porcentaje de 3,5% menor que en 2011 (las importaciones comenzaron a descender mes a mes desde agosto de 2011).
Este dato surge de acumular y ponderar las performances anuales de los períodos que se sucedieron desde aquel año.
En 2012 la actividad industrial cayó 2,2%, mientras se recuperó y creció 1,4% en 2013 y luego cayó 2,7% en 2014. En el primer cuatrimestre de 2015, la industria cae un adicional 2,1%.
2011 no sólo es el año de inicio de la década. Es el de imposición del cepo cambiario y el del comienzo de las prácticas más restrictivas al comercio internacional receptivo.
El comercio internacional también muestra desde 2011 resultados en caída.
Las exportaciones y las importaciones descendieron en 2012 en relación a 2011 y nunca más recuperaron niveles del primer año de la década.
Comparaciones interanuales
En los (recientes) transcurridos (y medidos) primeros cinco meses de 2015, las caídas en las importaciones continúan -y se agravan-, mientras se mantienen los controles (tanto a través de las DJAI como a través de los cupos de divisas en el BCRA). Tanto el círculo vicioso que produce la caída de la actividad económica como la administración de comercio generan ese resultado.
La comparación de importaciones de los primeros 5 meses de 2015 con las importaciones del mismo período en todos los años anteriores desde el inicio de la década (últimos años de alzas de importaciones y a la vez últimos años de crecimiento de la actividad) muestra que, a la par que descienden las importaciones, los resultados en la actividad industrial son negativos.
Debe considerarse que en este tiempo, mientras han caído las importaciones de numerosos bienes necesarios para la producción -bienes de capital, piezas y partes, bienes intermedios-, no caían (por los efectos de las políticas internas que impidieron mantener el autoabastecimiento energético) las importaciones de combustible y energía (sólo cayeron en los primeros cinco meses del corriente 2015, afectadas por el descenso de los precios internacionales, y por la recesión argentina), lo que lleva a concluir que las necesidades energéticas han influido además en la presión para disminuir importaciones requeridas para la actividad industrial. Eso explica el resultado de 2013 (en el año -resultado anual- las importaciones fueron algo menores que las de 2011, pero en los primeros cinco meses habían superado las del mismo periodo de 2011, especialmente debido al alza en importaciones de energía)
Lo expuesto en el cuadro de datos anterior muestra que en la serie medida (primeros cinco meses de 2011 contra mismo período de 2015) la Argentina importa hoy menos no sólo que el año anterior, sino que lo que importaba en el mismo período hace cuatro años. Y, como se expuso, esto tiene incidencia en la producción (bienes de capital, bienes intermedios -insumos-, piezas y partes y energía).
Por eso resulta de gran relevancia advertir que mientras en 2013 las importaciones lograron -a diferencia de lo que ocurrió en los demás años medidos- mejorar en relación al año anterior, la actividad industrial ese año también recuperó posiciones.
Lo antes referido marca el circulo complejo en el que se halla la actividad económica. La Argentina tiene escases de divisas (caída de exportaciones, descenso en la inversión extranjera directa, restricción en el acceso a financiamiento externo) y eso -en el marco del actual atraso cambiario- lleva al gobierno a restringir importaciones. Pero esta restricción afecta seriamente el nivel de actividad en general, a la actividad industrial en particular y también así las exportaciones.
PROVEEDORES DE LA INDUSTRIA, AFECTADOS
Como se observa en la información aportada, los rubros directamente vinculados con la producción (bienes intermedios, bienes de capital, piezas y partes) muestran caídas de importaciones significativas no sólo en términos porcentuales sino también en montos. Como se ha señalado, la comparación con 2011 remite a evaluar la dinámica de las compras desde el exterior desde el año en que mayores fueron los montos de importaciones, que a la vez es el año desde el cual la performance económica (e industrial en particular) comeinza a mostrar peres indicadores.
Así, lo relevante del caso -como se expuso- es que en los primeros 5 meses del corriente 2015 las importaciones no solo caen comparándolas con el mismo período de 2014, sino que también son menores que en 2013, 2012 y 2011 afectando la actividad industrial.
Por caso, en bienes de capital (directamente vinculados con la tasa de inversión), en 2015 se ha importado hasta ahora -en los primeros 5 meses- un monto de 692 millones de dólares menor que en 2011. Y en bienes intermedios, mientrastanto (opreran como insumos para la producción), en 2015 se está importando -en 5 meses- 950 millones menos que en el mismo período de 2011. Por su parte, en piezas y partes para bienes de capital, se importó en 5 meses de 2015 543 millones menos que en igual período de 2011.
Amén de resultados interanuales (siempre puede haber oscilaciones de un año al otro), a lo que estamos asistiendo es aun descenso ya crónico de compras desde el exterior, descenso que afecta la actividad industrial argentina.
LOS ORIGENES DE LAS IMPORTACIONES, CONCENTRADOS
Una consideración especial puede efectuarse en relación al impacto que los límites a las importaciones aplicados por la “administración del comercio” tiene en las relaciones internacional bilaterales.
Así, luego de observada la caída general, otra reflexión que puede hacerse en relación a las importaciones es que Argentina, mirando el último resultado anual (2014), tuvo concentradas sus compras externas en unos pocos países, que explicaron la gran mayoría de lo que adquiere fuera de sus fronteras. Efectivamente, la mitad del total de importaciones proviene solo de tres países (Brasil, China y EEUU). Más aún, Brasil y China solos explicaron casi el 40% del total. Luego, en solo seis países tiene origen dos tercios del total de compras argentinas desde el exterior. Y once países proveen tres cuartos del total de las importaciones.
Y en particular en 2014, la variación interanual negativa más relevante es la que se ha producido en las importaciones desde Brasil. Siendo el principal socio de Argentina, integrante del Mercosur (que prevé a través de sus normas que no puede restringirse el comercio intrazona), Brasil es, paradójicamente, quien más afectado se ha visto por la caída en las importaciones argentinas.
Marcelo Elizondo
Director General
Desarrollo de Negocios internacionales (DNI)