viernes, 27 de diciembre de 2024

La idea de una globalización financiera ahora en riesgo

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Las burbujas especulativas no son nuevas. Hubo dos previas a la actual (1974, 1982). La presente data de 1996/2001 y empezó a desinflarse en 2006. Todavía hoy, puede marcar el fin del ciclo macroeconómico iniciado en 1945/6, si bien no todos lo creen.

<p>Seguramente sin darse cuenta, Benjamin Bernanke &ndash;presidente de la Reserva Federal- lo admit&iacute;a ya a fin de 2007. &ldquo;La disciplina de los mercados se ha resquebrajado y los procedimientos prudentes para otorgar cr&eacute;ditos se han erosionado&rdquo;. Menos l&iacute;ricos, dos economistas sist&eacute;micos (Joseph Stiglitz, Paul Krugman, Nobel 2001 y 2008) y el megainversor Warren Buffett sostienen que la proliferaci&oacute;n de &ldquo;mecanismos innovadores&rdquo; fue un desastre.<br />
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Sin duda, los eufemismos de Bernanke trataban de cubrir a su antecesor, Alan Greenspan (cuyas memorias est&aacute;n hoy en las mesas de saldos de las librer&iacute;as). En efecto, el hoy jubilado dej&oacute; pasar varias ocasiones de pinchar la burbuja hipotecaria. El fen&oacute;meno tuvo un aspecto poco notado en Wall Street: la masa de cr&eacute;dito (2004/6) coincid&iacute;a con el descenso en los &iacute;ndices de propiedad residencial. Bancos y otros intermediarios induc&iacute;an a millones de norteamericanos (y brit&aacute;nicos, alemanes, espa&ntilde;oles) a tomar mucho m&aacute;s de cuanto pod&iacute;an repagar.<br />
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La mentalidad creada por la globalizaci&oacute;n en 1989/1991 &ndash;cuyo profeta, Francis Fukuyama, ha renegado de sus propios libros- permit&iacute;a calificar como AAA valores o paquetes de t&iacute;tulos de alto riesgo. Sus activos de sost&eacute;n eran hipotecas concedidas a deudores poco solventes. Seg&uacute;n revel&oacute; Krugman, &ldquo;m&aacute;s de diez millones de familias en EE.UU. terminar&aacute;n pagando muy por encima de cuanto valen sus viviendas y los inversores afrontar&aacute;n quebrantos por unos US$ 400.000 millones&rdquo;.<br />
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En realidad, es posible que la triple crisis actual (hipotecas, compras apalancadas, deudas soberanas) inicie, como la depresi&oacute;n de 1933/38, el fin de un ciclo macro &ndash;duran unos sesenta a&ntilde;os, seg&uacute;n Josef Schumpeter o Nikol&aacute;s Kondr&aacute;tyev- m&aacute;s que el de una simple globalizaci&oacute;n financiera, que tiene poco m&aacute;s de veinte.<br />
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El propio Greenspan fue culpable de forjar ilusiones f&aacute;ciles. Disc&iacute;pulo de Ayn Rand, en 1963 sosten&iacute;a que &ldquo;es un mito colectivo la idea de que el sector privado tratar&aacute; de vender alimentos o medicinas ineptos para el consumo, valores e hipotecas de mala calidad&rdquo;. Tres de ellos son hoy problemas corrientes. Ahora, las nuevas crisis financieras soberanas son s&iacute;ntomas de m&aacute;s tiempos revueltos. <br />
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