Shell anunció su cese de operaciones en el ártico, la naviera japonesa Daiichi Chuo Kisen se declaró en bancarrota por la baja de los precios de los commodities, cuyos niveles bajos históricos no son novedad.
Para tener una idea más gráfica: el índice CRB Core Commodity Index de Thomson Reuters, el cual resume el desempeño de los commodities globales, estaba en julio de 2008 en 473. En la época post-crisis en marzo de 2009 llegó a 200. Aunque disfrutó de una leve recuperación, ahora vemos ese índice incluso por debajo de los niveles post crisis, en 194.
Entonces, ¿estamos peor que en la post crisis? Las razones para la baja de los commodities son ahora diferentes. Mientras Estados Unidos sigue mostrando señales positivas de recuperación, los commodities siguen mostrando una tendencia bajista importante. En primer lugar, la desaceleración china es uno de los principales factores. Por otro lado, se generó un gran desbalance entre oferta y demanda cuando EE.UU. tuvo boom en la producción, que generó una gran oferta de petróleo, con una caída importante en precios.
Y este tipo de procesos no son fáciles de frenar o estimar su fin. Es más, pareciera que va a perdurar por años.
Un problema que se expande al primer mundo
Los commodities han afectado principalmente a los sectores e industrias cíclicos de la economía real, como el sector de energía, materiales (sobre todo por la minería), y el sector industrial.
En un principio la baja del precio de commodities se presentó como beneficiosa para países como Estados Unidos: su PIB no depende en gran manera de los commodities, e incluso el consumidor americano se benefició de menores costos de combustible. Ahora vemos que el mayor riesgo para las economías desarrolladas es cómo les siga impactando la desaceleración de China con su baja en consumo y todas sus consecuencias.
Mercados emergentes siguen a la espera
Latinoamérica y otros mercados emergentes siguen extremadamente dependientes de la venta de commodities, lo que sigue haciendo vulnerables a sus economías.
Por ejemplo, Colombia con la exportación es petróleo, Perú dependiente de la minería y a Brasil con los commodities en general.
Es así como mientras en una situación tradicional con un recurso escaso esto no pasaría, se juntaron una suba en la oferta con una baja en la demanda para generar una tormenta para los commodities que no parece tener fin.
Manuel Restrepo, director de Latinoamérica de XP Securities