El déficit de cuenta corriente de 2013 alcanzó USD4.330 millones, frente a los USD48 millones de superávit en el 2012. La caída de la balanza de mercancías y la profundización del déficit en la balanza de servicios son los dos elementos más visibles de esta reversión de tendencia, señala en su número 13 el Boletín CIME, de la Escuela de Economía y Negocios Universidad Nacional de San Martín.
Durante el 2012, la cuenta de servicios reflejó el ingreso y la salida de divisas de turismo (donde se computó el “gasto con tarjeta”) y alcanzó un déficit de USD3.366 millones, especifica.
En el 2013 esta misma cuenta trepó a USD5.103 millones (+51,6%). Durante 2013, el ingreso de turistas se contrajo 7% y el número de argentinos que viajó al exterior se incrementó 6,2%, llevando al gobierno a la aplicación de un recargo de 35% a los gastos con tarjeta en el exterior y el 20% en pasajes y paquetes turísticos (a cuenta de ganancias y bienes personales).
La cuenta capital y financiera durante 2013 evidenció un notable deterioro, marcando un déficit de USD5.867 millones, frente al rojo de 2012 que ascendió a USD625 millones. Este hecho se explica en el sector privado no financiero (empresas y familias) que en 2012 representó USD4.624 millones y en 2013 se ubicó en USD4.928 millones.
Según el balance cambiario del BCRA, la “formación de activos externos del sector privado no financiero” registró un saldo positivo de USD397 millones durante 2013, frente al rojo del 2012 que alcanzó USD3.404 millones. Esto, es atribuible a la profundización en las medidas de control cambiario (cepo) que se aplicaron para controlar la salida de divisas, que incluyeron entre otras: giro de divisas por utilidades y el desaliento al ingreso de capitales, siendo ésta última la contracara de estas medidas.
Ante esto, una cantidad de empresas durante 2013 determinó que préstamos en moneda extranjera que se cancelaron no se renovaron previendo que se pudiesen observar variaciones del tipo de cambio.
Idéntica medida de “prudencia”, observaron los bancos extranjeros ante la posibilidad que los préstamos en dólares no pudiesen ser cubiertos por sus clientes argentinos.
Los déficits de cuenta corriente y capital y financiera durante 2013 derivaron en una caída de reservas severa.
Las mismas mostraron una contracción de USD11.824 millones frente a los USD3.305 millones de 2012 (257,76%) y la tendencia que deja el 2013, sobre el 2014 se mantiene decreciente, colocándose en USD27.190 millones (cayeron USD3.400 millones) frente a los USD30.559 millones de 31 de Diciembre de 2013.
