A criterio de Hirofumi Gomi, jefe del departamento supervisor de liquidaciones y cobranzas, la entidad “tiene que cambiar de enfoque y contribuir a que se destraben problemas que datan de diez o más años”. De hecho, en enero esa oficina fue autorizada a armar planes para asistir a compañías en aprietos.
“Como reguladores financieros, nos interesa que las empresas recobren solidez y vitalidad. Ya no basta con cobrar deudas vencidas, dejando que las firmas se derrumben”, sostiene Gomi. En los seis primeros meses de 2002, su departamento recompró a los bancos carteras desactivadas por unos US$ 3.300 millones.
A criterio de Hirofumi Gomi, jefe del departamento supervisor de liquidaciones y cobranzas, la entidad “tiene que cambiar de enfoque y contribuir a que se destraben problemas que datan de diez o más años”. De hecho, en enero esa oficina fue autorizada a armar planes para asistir a compañías en aprietos.
“Como reguladores financieros, nos interesa que las empresas recobren solidez y vitalidad. Ya no basta con cobrar deudas vencidas, dejando que las firmas se derrumben”, sostiene Gomi. En los seis primeros meses de 2002, su departamento recompró a los bancos carteras desactivadas por unos US$ 3.300 millones.