Con rojos en alza, otros bancos eventualmente se volverán hacia un gobierno complaciente –o interesado en embarrarle la cancha al sucesor-, para comprarles activos tóxicos. Así, los contribuyentes terminarán avalando miles de millones, al margen del salvamento inicial (US$ 694.000 millones).
Por cierto, Henry Paulson, secretario de hacienda, y Benjamin Bernanke (RF) acaban de lanzar un programa que compromete US$ 800.000 millones para destrabar el crédito minorista. Esto expande peligrosamente las funciones de la Reserva Federal en la economía y deja una herencia explosiva a Barack Obama. A tal punto que un grupo de legisladores podría plaetra la renuncia de Richard Cheney y George W.Bush, en este orden, y la asunción hasta el 19 de enero de Nancy Pelosi,jefa de diputados y segunda en la línea sucesoria presidencial.
El lunes, Europa occidental y Nueva York olvidaron las penas por breve lapso. Las acciones del sector subieron 11% (Citi), 27% (Bank of America), 21% (JPMorgan Chase) y 20% (Wells Fargo).
En lo inmediato, ese último esfuerzo impidió que una catarata de quebrantos cayese sobre el resto de las entidades. Pero, en mayor plazo, ese rescate será un problema para reguladores, contribuyentes y el equipo de Barack Obama. ¿Por qué? Porque alentará a los malos banqueros a tomar riesgos suponiendo que el estado les sacará las papas del fuego.
Con una recesión deflatoria en puerta, bancos de todo tamaño saben que sus carteras de crédito se tambalean. En particular, las relativas a bienes raíces, automotores y tarjetas. Así, en poco tiempo los mercados se preguntarán qué entidades pueden caer. A su vez, los rivales de Citigroup se hallan ante un competidor limpio de pasivos que, respaldado por el gobierno, podrá tomas fondos a tasas inasequibles para sus rivales.
La reacción bursátil a aquellos US$ 800.000 millones coincidía con un repliegue de indicadores. En Asia oriental mantuvieron cierto impulso: 2,03% en Singapur, 3,36% en Hongkong, 5,22% en Tokio. Europa occidental se quedó en 0,13% (Fráncfort), 0,44% en Londres, 0,46% en DJ 50 Europa. Pero en Wall Street cedía 0,5% el Nasdaq compuesto, en tanto recortaban alzas el Dow Jones 30 (a 0,43%) y el Standard&Poor’s 500 (a0,66%).
Con rojos en alza, otros bancos eventualmente se volverán hacia un gobierno complaciente –o interesado en embarrarle la cancha al sucesor-, para comprarles activos tóxicos. Así, los contribuyentes terminarán avalando miles de millones, al margen del salvamento inicial (US$ 694.000 millones).
<p>Por cierto, Henry Paulson, secretario de hacienda, y Benjamin Bernanke (RF) acaban de lanzar un programa que compromete US$ 800.000 millones para destrabar el crédito minorista. Esto expande peligrosamente las funciones de la Reserva Federal en la economía y deja una herencia explosiva a Barack Obama. A tal punto que un grupo de legisladores podría plaetra la renuncia de Richard Cheney y George W.Bush, en este orden, y la asunción hasta el 19 de enero de Nancy Pelosi,jefa de diputados y segunda en la línea sucesoria presidencial.</p>
<p>El lunes, Europa occidental y Nueva York olvidaron las penas por breve lapso. Las acciones del sector subieron 11% (Citi), 27% (Bank of America), 21% (JPMorgan Chase) y 20% (Wells Fargo).</p>
<p>En lo inmediato, ese último esfuerzo impidió que una catarata de quebrantos cayese sobre el resto de las entidades. Pero, en mayor plazo, ese rescate será un problema para reguladores, contribuyentes y el equipo de Barack Obama. ¿Por qué? Porque alentará a los malos banqueros a tomar riesgos suponiendo que el estado les sacará las papas del fuego.</p>
<p>Con una recesión deflatoria en puerta, bancos de todo tamaño saben que sus carteras de crédito se tambalean. En particular, las relativas a bienes raíces, automotores y tarjetas. Así, en poco tiempo los mercados se preguntarán qué entidades pueden caer. A su vez, los rivales de Citigroup se hallan ante un competidor limpio de pasivos que, respaldado por el gobierno, podrá tomas fondos a tasas inasequibles para sus rivales.</p>
<p>La reacción bursátil a aquellos US$ 800.000 millones coincidía con un repliegue de indicadores. En Asia oriental mantuvieron cierto impulso: 2,03% en Singapur, 3,36% en Hongkong, 5,22% en Tokio. Europa occidental se quedó en 0,13% (Fráncfort), 0,44% en Londres, 0,46% en DJ 50 Europa. Pero en Wall Street cedía 0,5% el Nasdaq compuesto, en tanto recortaban alzas el Dow Jones 30 (a 0,43%) y el Standard&Poor’s 500 (a0,66%).</p>
<p> </p>