A eso se le suma una correlación casi nula con el rendimiento del resto del mercado, vuelven a este activo algo sumamente atractivo para los inversores.
Por Fernando Folgueiro (*)
Es que invertir en reclamos legales en su versión institucional, es una práctica relativamente nueva, con un crecimiento exponencial en las últimas décadas.
¿De qué se trata exactamente la inversión en litigios? Supongamos una empresa que tiene un reclamo legal cuya sentencia le valdría varios millones de dólares, pero no cuenta con los fondos suficientes para hacerle frente a los gastos asociados al proceso legal. Acá puede acudir a uno de estos fondos para que le financie los gastos a cambio de una porción menor de lo que eventualmente cobre por el juicio.
Más allá del atractivo para los inversores, el financiamiento de litigios presenta varias ventajas para todos los actores involucrados. En primer lugar, para quien tiene un reclamo legal le asegura el acceso a la Justicia sin necesidad de desviar fondos propios, mitigando riesgos y limpiando los estados financieros en caso de tratarse de una empresa. Por otra parte, a los estudios jurídicos les permite mantener clientes, asegurándose el cobro de sus honorarios.
Hoy en día existen varios fondos de financiamiento de litigios en todo el mundo, algunos de ellos con cotización pública, a partir de lo cual podemos tener una aproximación más precisa de los rendimientos extraordinarios que viene teniendo este activo.
Con tasas internas de retorno superiores a cualquier benchmark de activos tradicionales como acciones o bonos, e incluso ampliamente superiores a la gran mayoría de las inversiones alternativas como private equity o commodities; este activo presenta un atractivo adicional al no tener correlación con el rendimiento general del mercado. Esto lo vuelve un tipo de inversión ideal para diversificar cualquier portfolio de inversión.
El mercado de financiamiento de litigios, ya consolidado en países con derecho anglosajón como Estados Unidos, Inglaterra o Australia, se encuentra dando sus primeros pasos en el derecho continental. Aún con un crecimiento incipiente, Europa concentra la mayoría de los actores de la industria, mientras que en América latina se está iniciando el camino con un puñado de fondos pioneros en la región.
De esta forma, se está abriendo la oportunidad a inversores locales para tener exposición a esta nueva clase de activo, por un lado y, a la vez, nivelando la cancha y facilitando el acceso a la Justicia a quienes tienen un reclamo meritorio, pero no necesariamente los fondos suficientes para llevarlo a cabo.
(*) Founder & Managing Partner de Qanlex.