En el segundo día del XXXIII Seminario de Presupuesto Público organizado por ASAP, se comenzó a debatir distintos temas que hacen al eje de la organización, como gasto público, presión tributaria y financiamiento, y relación fiscal con las provincias. La jornada contó con la presencia de funcionarios nacionales y representantes del Banco Mundial, que hablaron ante más de 200 asistentes.
La jornada comenzó con la presentación de Jorge Remes Lenicov, ex ministro de Economía de la Nación y director de la Filial Buenos Aires de ASAP, quien dio introducción al panel sobre aspectos macrofiscales del presupuesto.
Allí, Remes Lenicov realizó un análisis sobre el gasto público, detallando que su “incremento espectacular” no generó mejores servicios (Salud, seguridad, etc.) ni generó una mejoría de la infraestructura del Estado.
“La presión tributaria creció al 35% del PBI. Aumentó 60% en diez años, que para el nivel de desarrollo argentino es muy alto. Se dice que hay que aumentar la presión, pero ese aumento de la presión también genera más evasión y con ello problemas de equidad” sostuvo el economista. Una política tributaria debe promocionar empleo”, agregó.
Además se refirió a los desafíos de la llamada “cuarta revolución industrial” que viene con la robotización, y otros desafíos que tiene el país. “¿Cómo vamos a bajar la deuda si no bajamos el déficit? Ya tuvimos dos renegociaciones y un default, es algo cíclico que se da cada diez años. Eso porque tenemos un déficit de 5 puntos del PBI”, y cerró: “Es difícil bajar la pobreza si no se genera riqueza”.
A continuación, Paulino Caballero, subsecretario de Relaciones con las Provincias del Ministerio del Interior, expuso sobre la relación entre Nación y Provincias, destacando el resultado de los acuerdos suscriptos desde 2016, como el arreglo en los distintos procesos judiciales y la mejora de la situación fiscal en la mayoría de las provincias.
También marcó algunos de los objetivos principales que tienen desde la subsecretaría: “Buscamos que tengan mayor relevancia las transferencias automáticas y no estén sujetos a determinados momentos de la actualidad, por lo que se vuelvan herramientas políticas, transferencias discrecionales”, sostuvo el funcionario.
El tercer expositor fue Eduardo Ballesteros, quien disertó sobre la presión tributaria argentina en comparación con países de la OCDE. “Estados Unidos bajó algunas tasas del 35 al 25 por ciento para tratar de lograr que vuelvan a su país las empresas que estaban en el exterior. Malta bajó al 12, España al 25 por ciento”, sostuvo.
Ballesteros además identificó el “sistema bimonetario” argentino como otro de los grandes problemas, recordando que Argentina es el tercer país con más dólares fuera de Estados Unidos. “Como ahorristas, los argentinos tenemos más dólares que el Banco Central: entre colchón, enterrados, en el exterior, en cajas fuertes. Nosotros mismos no confiamos, porque se cambian las reglas del juego constantemente. Entonces ninguna empresa va a invertir en Argentina con ese alto riesgo país, necesitan rendimientos altos”, sentenció el especialista.
Alberto Pollola, asesor económico financiero de la Comisión Federal de Impuestos, disertó sobre el impacto de la reforma tributaria a partir de la Ley 27.430. Allí, analizó los cambios en impuestos a las ganancias, combustibles, y recaudación del revalúo impositivo y el influjo que trajo en la distribución a provincias y Ciudad de Buenos Aires.
Stéfano Curto, economista Senior del Banco Mundial, habló sobre la expansión del gasto público. “Es uno de los países que más gasta en pensiones en relación a la edad de su población, por lo que no será sustentable en el largo plazo”. El economista además advirtió sobre el crecimiento de la rigidez presupuestaria y pidió pensar cómo optimizar la perspectiva de mediano y largo plazo. “Hay que romper ese círculo vicioso donde se gasta mucho cuando la cosa va bien y se ahorra cuando va mal, no hay política contra cíclica”, cerró.
La última exposición fue de Walter Agosto, director de Análisis Presupuestario de la Oficina de Presupuesto del Congreso. “En 12 años, el gasto público consolidado creció por encima del aumento del PBI. Todos los niveles aumentaron: nacional, provincial, municipal. No solo eso, también se modificó la estructura del gasto con un sesgo anti inversiones”, sostuvo el especialista.
“No podemos obviar que esto tuvo como consecuencia un fuerte incremento de la presión tributaria y el uso de fuentes adicionales de financiamiento, emisión, reservas, endeudamiento, a expensas de la sostenibilidad fiscal”, cerró Agosto.