<p>Por años, las compañías de AO/M –inclusive estatales o paraestatales- mostraron marcada reticencia a embarcarse en F&A como estrategia definida. Carecían del capital y de fuentes crediticias, sean locales, regionales o internacionales. Por otro lado, existían restricciones en gigantes como China e India, economías prósperas -Japón, Surcorea, Taiwán- y en desarrollo (Indonesia, Malasia, Tailandia, etc.). En general, se dificultaba la toma de activos locales por parte de compañías occidentales.<br />
<br />
Curiosamente, desde mediados de esta década, fondos soberanos creados en emiratos del golfo Pérsico figuran a la vanguardia en F&A, pero a la inversa: se dedican a activos financieros y bursátiles de Occidente. En particular, europeos. <br />
<br />
Un puñado de ejemplos puso en evidencia que las F&A internacionales son factibles en la región. No todavía en Asia central, donde una “potencia local”, Pakistán, sigue en el subdesarrollo. Por el contrario, en India, Mittal Steel se lanzaba desde 1989 a compras en el exterior. En 2006, tomó Arcelor (Eurozona) y se convirtió en la mayor siderúrgica del mundo. A su vez, la china Lenovo compró la división computadoras personales de IBM en 2005 y, ahora, su centro global está en Bangalore.<br />
<br />
Desde 2000 hasta 2009, las fusiones y adquisiciones en AO/M, como porción del mercado mundial, han crecido de 10 a 26%, si bien el fenómeno refleja en parte un retroceso en el volumen total.</p>
<p>Durante el primer semestre, el sector F&A en la zona dobló el volumen de un año atrás en la materia, señala la consultoría Dealogic. Con sus mercados emergentes no alcanzados por la crisis sistémica de 2006/09, toma más activos que los occidentales. “La propia economía obra de catalizadora”, apunta Saikat Chaudhurí, de la escuela de negocios Wharton. “La tendencia empezó tiempo antes y proviene de empresas que operan en mercados emergentes y los emplean como catapultas”. <br />
<br />
El interés varía según países. Por ejemplo, la recesión occidental afectó a China más que a India, pues sus exportaciones industriales fueron perjudicadas. “Con el yüan barato en términos de dólar, las compañías chinas –que son estatales, cabe recordar- no tenían una cultura orientada a comprar activos en el exterior”, puntualiza el analista. <br />
<br />
No obstante, las fusiones y adquisiciones en Asia oriental y meridional (AO/M) avanzan y emulan los centros de la actividad F&A. Sólo en el primer semestre, Dealogic detectó en Asia-Pacífico norte –excluyendo Japón- un salto de 126%, a US$ 141.000 millones, que influyó para que el total del mundo subiese 23%. Los incrementos se habían limitado a 10% en el primer trimestre de 2009 y 13% en igual lapso de 2008.<br />
<br />
Añadiendo Japón, donde la actividad F&A se realiza en el interior del archipiélago, el volumen de Asia-Pacífico norte se eleva a US$ 166.000 millones, 79% sobre doce meses antes y más que en la Unión Europea (retrocedió 11%, a US$ 220.000 millones). Pero los números de la región han sido inflados por una sola operación financiera, no económica: la aseguradora británica Prudential pagó US$ 35.500 millones por la filial japonesa de American International Group. <br />
</p>