La fiscalía federal de Manhattan sur y Eliot Spitzer, procurador general del estado neoyorquino, examinan presuntas evidencias sobre maniobras indebidas por parte del octogenario paterfamilias. Greenberg era virtual señor feudal de AIG hasta su reciente caída en desgracia.
Al parecer, siendo autoridad máxima del grupo, ordenó a un ejecutivo de su división bursátil comprar acciones para frenar una baja. Ésta derivaba de citaciones judiciales, emitidas el 14 de febrero. El viernes, el papel AIG estaba 26% bajo el nivel de aquella jornada.
Los nuevos sumarios se agregan a indagaciones sobre el papel de Greenberg en “errores” contables que ayudaron a inflar en US$ 2.700 millones el valor neto de la firma. Ex directivos de AIG (Nueva York) pararon por encima de los auditores –internos y externos- para disponer alteraciones. En otras palabras, presentaron a la Securities & Exchange Commision (SEC), otros reguladores y la Bolsa de Nueva York juegos falsos de libros.
A fin de abril, Spitzer ya hablaba de presentar una demanda civil y otra penal contra Greenberg. “Todo cuanto ha hecho será puesto bajo el microscopio. A primera vista, podría haber fundamentos para una denuncia penal”, señaló Jacob Frenkel, ex fiscal federal experto en la materia. Al parecer, las declaraciones de aquel ex ejecutivo –testigo de cargo cuya identidad se mantiene secreta- compromeeten serianente a Greenberg y algunos allegados.
La fiscalía federal de Manhattan sur y Eliot Spitzer, procurador general del estado neoyorquino, examinan presuntas evidencias sobre maniobras indebidas por parte del octogenario paterfamilias. Greenberg era virtual señor feudal de AIG hasta su reciente caída en desgracia.
Al parecer, siendo autoridad máxima del grupo, ordenó a un ejecutivo de su división bursátil comprar acciones para frenar una baja. Ésta derivaba de citaciones judiciales, emitidas el 14 de febrero. El viernes, el papel AIG estaba 26% bajo el nivel de aquella jornada.
Los nuevos sumarios se agregan a indagaciones sobre el papel de Greenberg en “errores” contables que ayudaron a inflar en US$ 2.700 millones el valor neto de la firma. Ex directivos de AIG (Nueva York) pararon por encima de los auditores –internos y externos- para disponer alteraciones. En otras palabras, presentaron a la Securities & Exchange Commision (SEC), otros reguladores y la Bolsa de Nueva York juegos falsos de libros.
A fin de abril, Spitzer ya hablaba de presentar una demanda civil y otra penal contra Greenberg. “Todo cuanto ha hecho será puesto bajo el microscopio. A primera vista, podría haber fundamentos para una denuncia penal”, señaló Jacob Frenkel, ex fiscal federal experto en la materia. Al parecer, las declaraciones de aquel ex ejecutivo –testigo de cargo cuya identidad se mantiene secreta- compromeeten serianente a Greenberg y algunos allegados.