Mientras la propia Securities & Exchange Commission sigue adaptando sus normas a la ley general Sarbanes-Oxley (septiembre de 2002), en medio de críticas y reclamos del Congreso –por su llamativa flexibilidad en materia de plazos-, las pautas ya en vigencia afectan balance tras balance. Ahora le tocó el IV trimestral de GoodYear.
Según comunicado de la empresa, ese estado cierra con pérdidas por US$ 1.110 millones. Este monto, sin precedentes para la firma, se origina en depreciaciones y revisiones de ingresos por aplicación del nuevo marco contable.
La líder estadounidense en neumáticos, en realidad, se resistía a esos retoques (“mal asesorada por abogados y auditores”, opina una fuente de la SEC). Al no tener más remedio debió acudir con urgencia a un banco –aún no identificado- para eludir una crisis de liquidez en caja. Pero todavía no ha elevado a las autoridades reguladoras el detalle completo de los recortes contables.
Mientras la propia Securities & Exchange Commission sigue adaptando sus normas a la ley general Sarbanes-Oxley (septiembre de 2002), en medio de críticas y reclamos del Congreso –por su llamativa flexibilidad en materia de plazos-, las pautas ya en vigencia afectan balance tras balance. Ahora le tocó el IV trimestral de GoodYear.
Según comunicado de la empresa, ese estado cierra con pérdidas por US$ 1.110 millones. Este monto, sin precedentes para la firma, se origina en depreciaciones y revisiones de ingresos por aplicación del nuevo marco contable.
La líder estadounidense en neumáticos, en realidad, se resistía a esos retoques (“mal asesorada por abogados y auditores”, opina una fuente de la SEC). Al no tener más remedio debió acudir con urgencia a un banco –aún no identificado- para eludir una crisis de liquidez en caja. Pero todavía no ha elevado a las autoridades reguladoras el detalle completo de los recortes contables.