<p>El rascacielos fue una bicoca. No sólo porque la banca de inversión gastó US$ 2.100 millones, no los 2.300 millones estimados al comenzar la erección en noviembre de 2005. También debido a facilidades solventadas por el municipio neoyorquino con dinero de los contribuyentes. El pretexto era transparente: no perder puestos laborales luego del ataque terrorista.</p>
<p>En efecto, el proyecto de construcción, cerca de las pulverizadas torres gemelas, le permitió a Goldman Sachs recolocar “bonos libertad”, obtener exenciones tributarias y descuentos en la factura de luz. Como si la mayor intermediaria de títulos en Wall Street precisase ayuda para hacer un edificio de US$ 2.100 millones.</p>
<p>No fue fácil, empero. Por ejemplo, Henry Paulson –primero director ejecutivo de GS, después secretario federal de hacienda- llegó a amenazar con desistir del proyecto. ¿Acaso por falta de fondos? No. Se trataba de demoras en las obras por razones de seguridad. Fue necesario elevar a US$ 1.650 millones la masa de bonos municipales a recolocar.</p>
<p>Para Bloomberg era vital que GS mantuviese la sede central en el centro de Manhattan. Esta obsesión de los ediles era poco explicable: al fin y al cabo, la ciudad de Nueva York tiene cinco comunidades (boroughs), una de las cuales –Brooklyn- está pegada a Manhattan. Además, la firma ha ganado US$ 11.600 millones en 2008 y tal vez 11.400 millones este año. Cabe señalar que, mientras se levantaba el edificio, Paulson ponía a disposición de banqueros en apuros el programa pro alivio de activos tóxicos, un paquete de estímulos por US$ 700.000 millones solventados con dinero del contribuyente federal.</p>
<p>En el reparto, Goldman Sachs –con venerables 140 años encima- recibió US$ 10.000 millones, garantidos por casi 30.000 millones en deuda titulizada. Además, en el costoso rescate de la aseguradora American International Group hubo 12.900 millones para GS. En estas condiciones ¿hacían falta incentivos municipales para una torre que costaría 16% de ese monto? <br />
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Goldman Sachs trepa alturas gracias a los contribuyentes
En el primer semestre de 2010, seis mil empleados y ejecutivos de GS se mudarán a una torre de 43 pisos. La firma aprovechó incentivos otorgados por el intendente Michael Bloomberg para estimular la economía tras el 11 de septiembre de 2001.