<p>Por ese mismo motivo, Blankfein y su equipo “manejaron muy mal las acusaciones de fraudes con derivados, interpuestas por la Securities & Exchange Commission (SEC) y otros reguladores. Goldman Sachs tendrá que pagar caro su ineptitud. Sus accionistas ya sufren las consecuencias de errores ajenos”, señala el experto en una nota a inversores y clientes. <br />
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La ex firma bursátil, hoy trocada en banca mayorista, ha perdido 21% de su capitalización en Wall Street desde que, el 16 de abril, fuera demandada por la comisión federal de valores. La entidad sostiene que GS engañó a inversores para atraerlos a malas colocaciones vinculadas con hipotecas.<br />
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La justicia también ordenó a los fiscales investigar esos fraudes. Más tarde, los máximos directivos de GS fueron vapuleados por un panel de senadores, donde además se cuestionó la pasividad de Benjamin Bernanke (Reserva Federal) ante los hechos.<br />
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“Una cosa que Blankfein y el management no supieron notar es que el gobierno de Barack Obama –explica Bove- había resuelto hacer de la compañía un ejemplo de todos los males de un sistema capaz de causar la recesión de 2007/9”. Como subraya el analista, “la firma se puso a la defensiva, se aferró a tecnicismos y a un tono soberbio, sin actuar proactivamente redefiniendo el debate en favor suyo”.<br />
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La conducción debió haber captado el tamaño y la enormidad de las fuerzas concitadas en su contra. “No lo hizo y sus respuestas fueron débiles, inefectivas”, agrega Bove. Por ello, se espera que los ejecutivos principales, varios abogados y el directorio sean despedidos, máxime si “se afronta una multa no inferior a US$ 1.000 millones antes de arreglar con la SEC”.</p>
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Goldman Sachs: los estratos superiores deben marcharse
Mientras Warren Buffett defiende la gestión de Lloyd Blankfein, el influyente analista Richard Bove (Rochdale Securities) recomienda desplazar la cúpula íntegra. No entendieron los mecanismos de una crisis financiera como la reciente, afirma.