lunes, 30 de diciembre de 2024

FMI: Alemania, Taiwán y Hongkong, al borde de la deflación

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Entre los debates durante la reunión del Grupo de los 7 –el pasado fin de semana-, algunos de ellos inesperados, el problema de la deflación fue clave. Inclusive el Fondo Monetario Internacional ve riesgos en Alemania, Taiwán y Hongkong.

En realidad, los temores del FMI llegaron a Deauville (Francia) desde Washington,
donde un panel técnico había evaluado la amenaza deflacionaria en
Estados Unidos, Japón -justamente, mientras Tokio rescataba de apuro a
otro banco- y la Unión Europea. El primer documento de este equipo detecta
"severos riesgos en Alemania, Taiwán, Hongkong y Singapur, aparte
de un agravamiento de la deflación nipona, que se arrastra desde 1991".
Estos expertos todavía no creen que haya peligro mundial, quizá
porque la propia globalización tiende a encapsularse desde la crisis sistémica
de 1997/8.

Respecto de EE.UU., el FMI estima que el riego deflacionario existe pero, a diferencia
del Sistema de Reserva Federal, "será controlable mientras el desempleo
no alcance 8%" (hoy está en 6%). No obstante, "es un proceso
difícil de prever". Por el momento, el problema más urgente
es Alemania, donde la deflación "puede instalarse el año próximo
y afectar a los otros once adherentes al euro". Resulta sugestiva la lista
de economías en riesgo moderado: Suiza, Suecia. Noruega, Finlandia y Bélgica.

De hecho, Eurolandia se estancó desde el primer trimestre y han aparecido
signos deflatorios en EE.UU. Tras la revelación sobre la economía
germana -formulada el miércoles-, Francia, Holanda e Italia informaron
que también habían retrocedido en enero-marzo. El cuarteto representa
dos tercios del producto interno de los 12. Ahora, los mercados aguardan que el
Banco Central Europeo rebaje el tipo básico -2,5% anual-, que dobla al
de Estados Unidos.

En Alemania, tercera economía mundial -excluyendo la Unión Europea-,
el producto bruto interno se contrajo 0,2% en enero-marzo. Eso no ocurría
desde el último trimestre de 2001. Como admitió Hans Eichler, ministro
de Hacienda, "la realidad desvirtúa estimaciones del Bundesbank y
expectativas del propio gobierno. En vez de un leve avance, el PBI ha registrado
un leve retroceso". El PBI holandés cedió 0,3% y 0,1% los de
Francia e Italia. El promedio de la eurozona quedó neutro, mientras el
BCE esperaba +0,3 en Alemania y +0,4% en el área. Clave de toda la UE (los
quince) y su ampliación -que genera nuevas dudas cada día y algunos
ya sugieren posponer a 2007-, la economía teutona equivale a US$ 2 billones,
o sea 18% del PBI estadounidense. La combinación de un euro caro -que traba
exportaciones- y el desempleo más alto desde 1997 (que reduce el consumo)
"hace temer que el actual trimestre mantenga la tendencia del anterior",
advirtió Eichler.

En lo tocante a los consumidores, su confianza está en el mínimo
desde 1995. A la luz de estos factores, varios analistas sostienen que las principales
plazas europeas deben eludir nuevas "miniburbujas" especulativas. Inclusive
Londres, donde medios allegados al propio Banco de Inglaterra fomentan alzas bursátiles
"de aire". Cabe subrayar que, días atrás, apareció
una mala señal estadounidense: por primera vez desde septiembre de 2001,
cedieron los precios minoristas (0,3% en abril). Este síntoma deflacionario
preocupa a Wall Street.

En realidad, los temores del FMI llegaron a Deauville (Francia) desde Washington,
donde un panel técnico había evaluado la amenaza deflacionaria en
Estados Unidos, Japón -justamente, mientras Tokio rescataba de apuro a
otro banco- y la Unión Europea. El primer documento de este equipo detecta
"severos riesgos en Alemania, Taiwán, Hongkong y Singapur, aparte
de un agravamiento de la deflación nipona, que se arrastra desde 1991".
Estos expertos todavía no creen que haya peligro mundial, quizá
porque la propia globalización tiende a encapsularse desde la crisis sistémica
de 1997/8.

Respecto de EE.UU., el FMI estima que el riego deflacionario existe pero, a diferencia
del Sistema de Reserva Federal, "será controlable mientras el desempleo
no alcance 8%" (hoy está en 6%). No obstante, "es un proceso
difícil de prever". Por el momento, el problema más urgente
es Alemania, donde la deflación "puede instalarse el año próximo
y afectar a los otros once adherentes al euro". Resulta sugestiva la lista
de economías en riesgo moderado: Suiza, Suecia. Noruega, Finlandia y Bélgica.

De hecho, Eurolandia se estancó desde el primer trimestre y han aparecido
signos deflatorios en EE.UU. Tras la revelación sobre la economía
germana -formulada el miércoles-, Francia, Holanda e Italia informaron
que también habían retrocedido en enero-marzo. El cuarteto representa
dos tercios del producto interno de los 12. Ahora, los mercados aguardan que el
Banco Central Europeo rebaje el tipo básico -2,5% anual-, que dobla al
de Estados Unidos.

En Alemania, tercera economía mundial -excluyendo la Unión Europea-,
el producto bruto interno se contrajo 0,2% en enero-marzo. Eso no ocurría
desde el último trimestre de 2001. Como admitió Hans Eichler, ministro
de Hacienda, "la realidad desvirtúa estimaciones del Bundesbank y
expectativas del propio gobierno. En vez de un leve avance, el PBI ha registrado
un leve retroceso". El PBI holandés cedió 0,3% y 0,1% los de
Francia e Italia. El promedio de la eurozona quedó neutro, mientras el
BCE esperaba +0,3 en Alemania y +0,4% en el área. Clave de toda la UE (los
quince) y su ampliación -que genera nuevas dudas cada día y algunos
ya sugieren posponer a 2007-, la economía teutona equivale a US$ 2 billones,
o sea 18% del PBI estadounidense. La combinación de un euro caro -que traba
exportaciones- y el desempleo más alto desde 1997 (que reduce el consumo)
"hace temer que el actual trimestre mantenga la tendencia del anterior",
advirtió Eichler.

En lo tocante a los consumidores, su confianza está en el mínimo
desde 1995. A la luz de estos factores, varios analistas sostienen que las principales
plazas europeas deben eludir nuevas "miniburbujas" especulativas. Inclusive
Londres, donde medios allegados al propio Banco de Inglaterra fomentan alzas bursátiles
"de aire". Cabe subrayar que, días atrás, apareció
una mala señal estadounidense: por primera vez desde septiembre de 2001,
cedieron los precios minoristas (0,3% en abril). Este síntoma deflacionario
preocupa a Wall Street.

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