Es un juego de lecturas contradictorias. Hasta el lunes, a la sazón, muchos analistas afirmaban que la serie de trimestrales castigados por bancos y firmas de valores marcaba el fin de dos crisis, la hipotecaria y la de liquidez financiera. Por ende, no harían falta nuevas rebajas en los tipos básico (hoy en 4,75% anual) y de redescuento (5,75%) y Wall Street subiría.
Minutas en mano, los gurúes volvieron a darse vuelta el martes y se lanzaron a anticipar –para dentro de unos días- otra rebaja de medio punto, con la cual las tasas citadas cederían a 4,25 y 5,25% anual. Fue una fiesta, pero no duró. El miércoles, fue suficiente para añadir récords, que se pincharon el jueves y trataron de recomponerse el viernes.
La plaza pasa por alto otros datos: este mismo mes, tres directores de la Reserva Federal sugirieron que quizá no fuera preciso volver a bajar los tipos referenciales. Así las cosas, retornan de a ratos los máximos oportunistas.
Ahora se trataba de algunos trimestrales buenos en Wal-Mart Stores (logró mejores números que sus rivales). Mientras tanto, Google y Apple empujaban el panel tecnológico. También influyen las ventas minoristas del mes pasado, mejores de lo previsto. Además, los gurúes apuestan a que la Reserva Federal baje 0,25 el tipo básico, a 4,5% anual. Los cierres bursátiles de la semana fueron levemente positivos: el DJ acabó ganando 0,41, el S&P 500 0,29% y el Nasdaq compuesto acentuó esa tendencia a 0,9%. En ningún caso se neutralizaron los retrocesos del jueves.
A US$ 753 la onza troy, el oro se acercaba a los picos de 1981 (US$ 850, el 20 de enero). Al mismo tiempo, el euro rondaba US$ 1,417. En Brasil, el dólar se desmoronaba a R 1,80, nivel inédito en once años. Por su lado, el crudo se recobraba a US$ 83,60 (WTI) y 83,60 (Brent).
Es un juego de lecturas contradictorias. Hasta el lunes, a la sazón, muchos analistas afirmaban que la serie de trimestrales castigados por bancos y firmas de valores marcaba el fin de dos crisis, la hipotecaria y la de liquidez financiera. Por ende, no harían falta nuevas rebajas en los tipos básico (hoy en 4,75% anual) y de redescuento (5,75%) y Wall Street subiría.
Minutas en mano, los gurúes volvieron a darse vuelta el martes y se lanzaron a anticipar –para dentro de unos días- otra rebaja de medio punto, con la cual las tasas citadas cederían a 4,25 y 5,25% anual. Fue una fiesta, pero no duró. El miércoles, fue suficiente para añadir récords, que se pincharon el jueves y trataron de recomponerse el viernes.
La plaza pasa por alto otros datos: este mismo mes, tres directores de la Reserva Federal sugirieron que quizá no fuera preciso volver a bajar los tipos referenciales. Así las cosas, retornan de a ratos los máximos oportunistas.
Ahora se trataba de algunos trimestrales buenos en Wal-Mart Stores (logró mejores números que sus rivales). Mientras tanto, Google y Apple empujaban el panel tecnológico. También influyen las ventas minoristas del mes pasado, mejores de lo previsto. Además, los gurúes apuestan a que la Reserva Federal baje 0,25 el tipo básico, a 4,5% anual. Los cierres bursátiles de la semana fueron levemente positivos: el DJ acabó ganando 0,41, el S&P 500 0,29% y el Nasdaq compuesto acentuó esa tendencia a 0,9%. En ningún caso se neutralizaron los retrocesos del jueves.
A US$ 753 la onza troy, el oro se acercaba a los picos de 1981 (US$ 850, el 20 de enero). Al mismo tiempo, el euro rondaba US$ 1,417. En Brasil, el dólar se desmoronaba a R 1,80, nivel inédito en once años. Por su lado, el crudo se recobraba a US$ 83,60 (WTI) y 83,60 (Brent).