“La divisa estadounidense continuará siendo socavada por tres factores esenciales: exiguas tasas de interés internas, déficit récord en pagos corrientes (US$ 5,6 billones) y la sensación de que el gobierno acabará aceptando, si no fomentando, un dólar débil”. Así sostiene la consultora Ruesch International (Washington DC).
Por otra parte, algunas recientes señales poco favorables al repunte económico y el avance bursátil en Tokio tampoco ayudan al dólar. Esta moneda alcanzó el máximo de US$ 1,2511 al promediar la sesión en Nueva York, para replegarse muy poco (1,2493) al final.
De paso, la libra continúa en los niveles de 1992 (US$ 1,77). En cuanto a la paridad dólar-franco suizo, desciende a 1,249. Finalmente, las compras del Banco del Japón (central) no lograron esta vez impedir que el dólar cediese a menos de ¥ 107 y quedase en 106,75.
“Los mercados han perdido incentivos, pese al alza de algunos indicadores accionarios. No aparecen datos ni estímulos nuevos. Las alzas accionarias de 0,8 a 1,15% son por inercia”, señala ABN Amro Chicago. Los escasos volúmenes típicos de la temporada no ayudan.
“La divisa estadounidense continuará siendo socavada por tres factores esenciales: exiguas tasas de interés internas, déficit récord en pagos corrientes (US$ 5,6 billones) y la sensación de que el gobierno acabará aceptando, si no fomentando, un dólar débil”. Así sostiene la consultora Ruesch International (Washington DC).
Por otra parte, algunas recientes señales poco favorables al repunte económico y el avance bursátil en Tokio tampoco ayudan al dólar. Esta moneda alcanzó el máximo de US$ 1,2511 al promediar la sesión en Nueva York, para replegarse muy poco (1,2493) al final.
De paso, la libra continúa en los niveles de 1992 (US$ 1,77). En cuanto a la paridad dólar-franco suizo, desciende a 1,249. Finalmente, las compras del Banco del Japón (central) no lograron esta vez impedir que el dólar cediese a menos de ¥ 107 y quedase en 106,75.
“Los mercados han perdido incentivos, pese al alza de algunos indicadores accionarios. No aparecen datos ni estímulos nuevos. Las alzas accionarias de 0,8 a 1,15% son por inercia”, señala ABN Amro Chicago. Los escasos volúmenes típicos de la temporada no ayudan.