<p>A diferencia del salvamento estadounidense por dos billones, centrado en la banca privada, el de la Eurozona hace al endeudamiento soberano y equivale a la mitad del otro. No obstante, el brote de euforia partía de Australia (Sidney), Asia oriental, sudoriental y meridional (Tokio, Seúl, Shanghai, Hongkong, Guangzhou, Singapur, Bombay). <br />
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Banque National de Paris/Banque de Paris et des pays bas (BNP-Paribas, el mayor de Francia) y Deutsche Bank –el mayor de Europa occidental- saltaron como nunca en más de un año. En una especie de burbuja psicológica, Banco Santander Central Hispano aumentó 18%. En otro plano, el cobre subió más de 6,5% y el oro tocó US$ 1.300 la onza, ambos en Londres.<br />
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El índice Stoxx Europe 600 ganó 6,2%, margen no igualado desde diciembre de 2008. Cabe señalar que, en general, estas cifras parten de un impresionante desplome, entre jueves y viernes, cuando se creían que Bruselas y Fráncfort no podrían frenar las crisis en la Eurozona. En realidad, la película está lejos de concluir: Gran Bretaña rechazó el plan y, en Alemania, el estado más populoso votó contra el gobierno y la factura por casi € 48.000 millones que significa este rescate. Angela Merkel se quedó sin mayoría en el Bandesrat (parlamento federal).<br />
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Varios analistas financieros se ven felices porque creen que el salvamento apuntalará los mercados de riesgo. No obstante, bancas como la suiza Julius Baër espera un mejoramiento estable recién para fin de año.<br />
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Todavía no del todo definida, la asistencia –no de la Unión Europea, sino de la Eurozona- incluye un crédito contingente del Fondo Monetario Internacional. Por su parte, el Banco Central Europeo se manifestó dispuesto a “neutralizar severas tensiones en ciertos mercados” tomando deuda pública y privada. Hay una novedad: se reabrirán pases en dólares con la Reserva Federal.<br />
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Febriles saltos bursátiles y cambiarios en toda Europa
Al cierre, el principal grupo de paneles accionarios mostró la mayor alza en casi año y medio. Naturalmente, fue efecto del paquete de rescate colectivo por alrededor de 750.000 millones. Vale decir, poco menos que un billón de dólares.
