La segunda alza en la semana pone en situación desairada a quienes apostaban para fin de año a un euro entre US$ 1,18 (Robert Sinche, Citigroup) y 1,45 (David Gilmore, Foreign Exchange Analytics). El máximo actual al contado desborda la primera proyección y los futuros sobre fin del trimestre superan la segunda.
Sin duda, recientes opiniones de Alan Greenspan –jefe de junta en el Sistema de Reserva Federal- y su eminencia gris, Benjamin Bernanke, debilitaron fueron interpretadas como señal de que Washington quiere un dólar muy barato hasta las elecciones de noviembre.
Hasta el lunes, los más cautos preveían un “corto lapso de recuperación” –quizás a mitad de año- y, para 2005, un abrupto descenso de la divisa referencial. Pero eso parece adelantarse un año. El dólar también registra sus peores niveles en diez años respecto del franco suizo (1,23) y la libra marca máximos desde 1993 (US$ 1,823). Por su lado, el oro sube en Londres a US$ 423,50 la onza, precio no visto en catorce años.
Nada de eso impidió que los principales indicadores accionarios occidentales subiesen de 1 a 2,2%, enancándose en algunas señales de reactivación en EE.UU. El mercado ni siquiera le prestó atención al marcado descenso de ventas sufrido por General Motors y Ford.
La segunda alza en la semana pone en situación desairada a quienes apostaban para fin de año a un euro entre US$ 1,18 (Robert Sinche, Citigroup) y 1,45 (David Gilmore, Foreign Exchange Analytics). El máximo actual al contado desborda la primera proyección y los futuros sobre fin del trimestre superan la segunda.
Sin duda, recientes opiniones de Alan Greenspan –jefe de junta en el Sistema de Reserva Federal- y su eminencia gris, Benjamin Bernanke, debilitaron fueron interpretadas como señal de que Washington quiere un dólar muy barato hasta las elecciones de noviembre.
Hasta el lunes, los más cautos preveían un “corto lapso de recuperación” –quizás a mitad de año- y, para 2005, un abrupto descenso de la divisa referencial. Pero eso parece adelantarse un año. El dólar también registra sus peores niveles en diez años respecto del franco suizo (1,23) y la libra marca máximos desde 1993 (US$ 1,823). Por su lado, el oro sube en Londres a US$ 423,50 la onza, precio no visto en catorce años.
Nada de eso impidió que los principales indicadores accionarios occidentales subiesen de 1 a 2,2%, enancándose en algunas señales de reactivación en EE.UU. El mercado ni siquiera le prestó atención al marcado descenso de ventas sufrido por General Motors y Ford.