<p>A US$ 1,22, el euro roza mínimos de cuatro años y, por ende, a € 0,82 el dólar marca máximos desde 2006. Entusiasmados, especuladores cambiarios desde Nueva York, Londres o Tokio y hasta San Pablo, Hongkong o Singapur barajan extremos entre US$ 1,17 y 0,98 este año. Vale decir, € 0,855 a 1,02.<br />
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Por supuesto, las reuniones de esta semana en Bruselas apuntan más bien a déficit locales o endeudamientos externos. Pero no excluyen dos problemas no ajenos a las cuentas nacionales: los derivados y los paraísos fiscales. Pero nadie recuerda que el presidente del Eurogrupo (ministros financieros de la Eurozona) es Jean-Claude Juncker, de Luxemburgo, el mayor lavadero de la región descontando Suiza.<br />
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Entretanto, se requiere a Estados Unidos disponer un bloqueo temporario de derivados sobre créditos en insolvencia. Pero, en este plano, el mayor centro especulativo es Londres (ajeno a la Eurozona) y el banco de Inglaterra actúa casi como un aliado táctico.<br />
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La estrategia de Bruselas parece apuntar a una segunda fase, centrada en una ofensiva contra firmas de valores (ej. Morgan Stanley), bancas mayoristas (ej. Goldman Sachs) y gestores de derivados (ej. Man Group). Básicamente, Francia, Alemania e Italia acusan a Wall Street y la City de atacar el euro apoyándose en las crisis griega –acaban de otorgarle a Atenas un rescate de € 9.000 millones para evitar un cese de pagos-, española y portuguesa.<br />
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En vísperas de otra reunión del Eurogrupo, hay dos líneas para canalizar el megapaquete de € 750.000 millones. La primera, planteada por la canciller Angela Merkel, exige recortar déficit fiscales o endeudamientos de países a salvar. La segunda, promovida por el presidente Nicolas Sarkozy, privilegia medidas contra especuladores y banqueros, no ajustes socialmente predatorios como los aceptados por Grecia o España. Al parecer el italiano Giulio Tremonti apoya esta variante, en tanto Jean-Claude Trichet (Banco Central Europeo) adhiere a la postura germana.<br />
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La tensión crece, aunque el BCE haya comprado títulos soberanos de los países bajo ataque por € 16.500 millones, una suma modesta integrada por bonos chatarra (Grecia) o de baja nota (Portugal, España, Irlanda). Resulta curioso que, entretanto, las agencias –Moody’s, Standard & Poor’s, Fitch Ratings pierdan influencia por la escasa seriedad de sus calificaciones a partir de 2006 (malas hipotecas). <br />
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Euro a sólo US$ 1,22 y la CE contra productos derivados
Para la comisión europea, la Eurozona y hasta el comité de Basilea, urge actuar contra la proliferación de derivativos y su canal favorito: las transacciones de alfa frecuencia (TAF). Se los considera motores de déficit y especulación pura.