La toma de decisiones de inversión enfrenta complejidades en un escenario de alta volatilidad e incertidumbre. Emilio Botto, jefe de estrategia en Mills Capital Group, indica que esta coyuntura dificulta la elección adecuada de activos para las empresas. Desde su experiencia, sostiene que una cartera diversificada, ajustada al perfil de cada inversor, constituye una herramienta fundamental para mitigar riesgos.
Botto plantea una estructura en “tercios” para la asignación de activos. Este modelo implica distribuir el capital en tres segmentos: un primer tercio en instrumentos de tasa fija en pesos con vencimientos cortos, inferiores a octubre de 2025; un segundo tercio en bonos ajustados por inflación, como el bono CER, con plazos entre octubre de 2025 y diciembre de 2026, para preservar el poder adquisitivo; y un tercer tercio en activos en dólares, tanto corporativos como soberanos de corto plazo, que aportan resguardo y diversificación.
El directivo advierte que los mercados continuarán presentando desafíos y subraya la importancia de adoptar una estrategia prudente, coherente con los objetivos particulares. Además, se encuentra disponible para dialogar sobre opciones en renta fija, aclarando así el enfoque especializado de la entidad.
Diversidad y desafíos en el financiamiento de PyMEs
Oscar Llano, director comercial de Mills Capital Group y vicepresidente de Mills SGR, aporta su análisis sobre el escenario para pequeñas y medianas empresas (PyMEs). Llano destaca que el sector no es homogéneo, sino que abarca desde monotributistas hasta compañías con cientos de empleados, lo que requiere un abordaje técnico y un conocimiento profundo del negocio para evaluar cada caso.
Respecto al contexto actual, señala que la reciente recomposición de precios relativos, la desaceleración inflacionaria y el cambio en las expectativas generan un nuevo panorama para la toma de decisiones: “¿Conviene invertir ahora o esperar?”, plantea. Asimismo, afirma que existe un interés generalizado en las PyMEs por ingresar al mercado de capitales.
El directivo puntualiza que el financiamiento en los últimos años se caracterizó por una lógica defensiva. En ese marco, los créditos se utilizaron principalmente para cubrirse frente a la inflación, acceder a dólares financieros o adquirir activos como resguardo. Sin embargo, advierte que esta situación ha cambiado y que el crédito debe ser considerado como una herramienta para el crecimiento de las empresas.
Ilíquidez del sistema financiero y opciones para el crecimiento
Llano advierte sobre la iliquidez actual del sistema financiero, que limita la oferta de crédito. Considera que, aunque la recuperación no es inmediata, en algún momento próximo debería producirse una recapitalización. Esta situación afecta la disponibilidad de financiamiento para las PyMEs, lo que motiva a buscar alternativas adecuadas para impulsar su desarrollo.
El directivo se ofrece para dialogar sobre las herramientas de financiamiento diseñadas para estos sectores, con el fin de facilitar el acceso a recursos que permitan sostener y expandir sus operaciones. En este sentido, destaca la importancia de contar con interlocutores con conocimiento técnico que comprendan las particularidades de cada empresa.
“En este difícil período, con alta volatilidad e incertidumbre, la toma de decisiones de inversión en las empresas se vuelve compleja”, dijo Emilio Botto, jefe de estrategia en Mills Capital Group.
“Durante los últimos años, el financiamiento estuvo marcado por una lógica defensiva: cubrirse frente a la inflación, acceder a dólares financieros o adquirir activos como resguardo. Hoy, ese escenario cambió. El crédito ya no debe pensarse como herramienta de protección, sino como un instrumento para crecer”, explicó Oscar Llano, director comercial de Mills Capital Group y vicepresidente de Mills SGR.












