Los resultados obtenidos de las rondas de licitación son alentadores en pos de cumplir con el objetivo de llegar en el corto plazo a una participación del 8% de energías renovables en el total de la matriz eléctrica nacional. El sector podrá ahorrar al país US$ 300 millones anuales en importación de combustibles.
Según las conclusiones del informe especial realizado por KPMG sobre el sector de las energía renovables en el país tituladoEvolución de las energías renovables en Argentina”, “si bien no se cumplió con el objetivo establecido en 2015 de que para finales de 2017 (la meta de alcanzar el 8% de generación de energía renovable, proyectada originalmente para el 31/12/2017, se pospuso para el 31/12/2018), las experiencias de las rondas RenovAr arrojaron resultados que pueden considerarse alentadores, allanando el camino para inversiones futuras y posicionando al país como uno de los destinos preferidos para los capitales foráneos de la actividad. Asimismo, tanto la creación del Fondo para el Desarrollo de las Energías Renovables como el aval del Banco Mundial y los beneficios fiscales e impositivos previstos en la ley N° 27191 aportaron seguridad financiera y económica para los participantes de las licitaciones, haciendo que Argentina se consolide como uno de los países más destacados a nivel global en la promoción de la generación de energía proveniente de fuentes limpias.”
Luego el estudio agrega que “sin embargo, es necesario profundizar este proceso y tomar lo realizado hasta este año como punto de partida de la estrategia futura en la materia. Si bien la mayor parte de los proyectos derivados del primer RenovAr ya están en marcha, es menester resolver, por ejemplo, la situación de las adjudicaciones resultantes de la Ronda 1.5, cuyo estado varía entre los inicios de la ejecución, el delineamiento de la estrategia de financiamiento y la demora en la firma de los contratos debido a requerimientos burocráticos.”
Citando como fuente al Ministerio de Energía y Minería de la Nación, el trabajo dice que “previendo una inversión de capitales privados de US$ 4.000 millones en el sector durante el plazo contemplado por la ley, se estima que podría obtenerse un ahorro de alrededor de US$ 300 millones anuales en la importación de combustibles, al tiempo que la emisión de dióxido de carbono podría reducirse en el equivalente a 2 millones de toneladas al año, aproximadamente la contaminación producida por 900.000 autos. Por otra parte, una mayor relevancia de las energías renovables en la matriz energética nacional permitiría reducir notoriamente el presupuesto destinado a las importaciones de hidrocarburos, componente que durante 2016 superó los US$ 3.900 millones y que hasta noviembre de 2017 se había reducido a poco más de US$ 2.200 millones“
El análisis de KPMG aborda la evolución del sector de renovables en el mundo y en la Argentina, en este último caso lo referido a los resultados de las rondas del programa RenovAr a febrero de 2018 en la que se evidenció una importante baja de las ofertas de los precios en dólares por MWh (en mayo de 2016 el valor promedio fue de US$ 61,33 por MWh; en tanto que en diciembre de 2017 fue US$ 54,72 MWh); y la evolución registrada de las inversiones acumuladas que, de acuerdo a datos oficiales, a 2016 alcanzaron a los US$ 2.185 millones.
Para Omar Díaz, socio líder de Energías Renovables KPMG Argentina, “Argentina tiene un gran potencial en materia de Energías Renovables. La diversificación de la matriz energética a través del uso de estas energías limpias es uno de los objetivos de mediano y largo plazo que se ha fijado el país. La ley 27191, el plan RenovAr lanzado en Mayo de 2016, y la gran participación de oferentes en las licitaciones de este programa son una muy buena señal para avanzar en las inversiones necesarias para desarrollar el sector. En los próximos meses comenzarán a inaugurarse las primeras plantas adjudicadas en las licitaciones efectuadas, materializándose así los primeros pasos hacia el objetivo trazado. Si bien es largo que camino que resta por recorrer, somos optimistas respecto del cumplimiento de las metas que se establecieron y como lograrlas”.
Con relación a la situación internacional el análisis afirma que la caída reciente en las inversiones globales en este tipo de energías puede atribuirse fundamentalmente a dos factores: i) en primer lugar, a la desaceleración de las inversiones en países como Japón y China, que impactan negativamente en el total global; y, ii) en segundo lugar, a la significativa reducción en los costos asociados a los proyectos de generación solar y eólica, lo que ha mejorado la competitividad de este tipo de fuentes. De esta manera, aunque en números absolutos el flujo de inversiones se vio reducido, el resultado fue que en 2016 los inversores pudieron adquirir más capacidad energética proveniente de fuentes renovables por menos dinero. En cuanto a las regiones líderes en inversiones limpias, China sigue siendo el principal destino de este tipo de proyectos, acaparando aproximadamente el 32% del financiamiento destinado a energías renovables, seguido por Europa (25%), Estados Unidos (19%), Asia y Oceanía (excluyendo a China e India, 11%), la región americana (3%, excluyendo a Estados Unidos y Brasil,), Medio Oriente (3%), Ãfrica (3%) y Brasil (3%).-