<p>Mientras siguen los disturbios en Atenas y Salónica, Weber percibe claros riesgos de contagios. No necesariamente de violencia social, sino de aprietos financieros o de efectos manada en los mercados especulativos. El alto funcionario discutió el tema con legisladores alemanes de Berlín, cuyo parlamento está analizando el paquete de rescate colectivo por € 110.000 millones. <br />
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A juicio del experto también germano, “la contribución de nuestro país es justificable”. El aporte, € 22.400 millones, equivale a 20% de la suma aportada por los dieciséis miembros de la Eurozona, no los veintiséis de la Unión Europea. De todas maneras, la licuación del euro –de US$ 1,39 a 1,275 en días- ya ha disminuido la cifra en dólares de 153.000 millones a poco más de 140.000 millones.<br />
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Según analistas de Hongkong y Singapur, el euro puede terminar la semana bajo US$ 1,27. Por otra parte, los especuladores de ambas plazas y otras, cebados por Moody’s (puso en revisión el grado Aa2 de su deuda tras un desmentido previo), presionan psicológicamente sobre España e Irlanda. <br />
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“Weber está asustado”, sostiene su compatriota Jürgen Michels, analista de Citigroup en Londres. “Sabe que, si el Bundesrat no ratifica la participación en el salvamento griego, afrontaremos semanas de turbulencias en los mercados y en las calles no sólo helenas”. El gobernador del BCE, por cierto, fue claro: “un cese de pagos griego puede afectar la estabilidad de la Eurozona y su moneda”.<br />
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En la Eurozona se vislumbran serias amenazas de contagio
Axel Weber forma parte de la junta que gobierna el Banco Central Europeo. Pero su visión, obviamente, choca contra las del optimista presidente, Jean-Claude Trichet, y su colega del Eurogrupo, el luxemburgués Jean-Claude Juncker.