<p>Se trata de una cláusula agregada a un cuerpo de 1.560 carillas que cambiará las estructuras de unas cuarenta entre las mayores entidades financieras. En general, son bancas de inversión que habrán de escindir sus pingües negocios derivativos. Al respecto, otro anexo exigirá a quienes operen con esos instrumentos mantener obligaciones fiduciarias hacia inversores en planes jubilatorios y bonos municipales. O sea, no engañarlos. Algunos analistas creen que la medida borrará del mapa el segmento y saneará el mercado. <br />
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“El proyecto se ha ido tan a la izquierda que tomó a todos de sorpresa”, señaló Paul Miller, ex revisor en la Reserva Federal de Filadelfia. “Estamos ante un asunto electoralmente atractivo. Ahora, Wall Street empieza a darse cuentas de adónde conducen las recientes críticas públicas de Barack Obama”. <br />
Separar derivados resultará en descapitalizaciones por US$ 85.000 millones en las ocho mayores bancas de inversión internacionales y 250.000 millones en total, sostienen en <em>JPMorgan Chase Securities</em>, Londres. La cláusula prohíbe a operadores de pases recibir asistencia federal, tanto de la RF cuanto de la agencia de seguro sobre depósitos (FDIC en inglés).<br />
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Como mínimo, se requerirá a los bancos transferir sus negocios con derivados a una filial capitalizada separadamente. Pero el objeto final consiste en forzar a aquellas cuarenta instituciones -aseguradas en el nivel federal- a liquidar todos sus pases. Estas reformas han sido auspiciadas por la senadora demócrata Blanche Lincoln.<br />
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Hay gente que trina. Por ejemplo Lucas Zubrod (Chathan Financial), que asesora a más de mil firmas en materia de derivativos. El experto clama: “será una revolución en el sistema financiero y la presentaron sin un solo estudio de factibilidad”. En realidad, la idea es ir acotando un segmento virtual por demás volátil y especulativo.</p>
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En EE.UU, la banca deberá reunir US$ 250.000 millones
JPMorgan Case, Goldman Sachs y otros serán obligados a capitalizarse en un cuarto de billón adicional. También tendrán que reducir remuneraciones a ejecutivos y liquidar derivativos redituables. Así determina un proyecto recién elevado al Senado.