Todos los ojos estarán puestos después del feriado de ayer no solo en la cifra misma de las nóminas, sino también en cómo responden los rendimientos de los títulos del Tesoro de EE.UU., y si estos envían otra señal para que los mercados hagan su juego.
Un aumento en el rendimiento de la nota a 10 años del Tesoro a más de 2,50% y un regreso a los refugios al tiempo que los inversionistas prevén una decisión anticipada de la Fed de frenar los estímulos ha sido la reacción de los mercados ante varias mediciones diferentes del empleo en EE.UU. publicadas esta semana.
Las expectativas apuntan a que el dato más reciente de las nóminas de empleo no agrícola, que se dará a conocer hoy, sea más sólido que lo esperado, lo cual reaviva el debate sobre cuán pronto la Reserva Federal de EE.UU. comenzará a reducir sus inyecciones de US$85.000 millones mensuales de liquidez al mercado.
Pero hay dudas de que las nóminas de empleo sean tan sólidas como se espera y se conocen otros datos de EE.UU. que pintan un panorama económico menos saludable.
El aumento de los rendimientos de los títulos del Tesoro de EE.UU. se produjo luego que la última publicación del empleo en el sector privado de ADP mostrara un aumento inesperadamente alto de 188.000, lo que se compara con el alza de 134.000 registrada el mes previo.
Se especula con que Bernanke toma nota que el índice de empleo en el último sondeo del Instituto de Gestión de Suministros subió además a un máximo de cuatro meses de 54,7 frente a la lectura previa de 50,1 y que las solicitudes iniciales de beneficio por seguro de desempleo también fueron buenas, al registrar una caída de 5.000 en la semana, aun cuando esto estaba bastante en línea con las tendencias recientes.
Y por lo que se ve en los rendimientos, el mercado de los títulos del Tesoro obviamente descuenta que el titular de la Fed cerrará los grifos.
La proyección de consenso para las nóminas del viernes, antes del comunicado de ADP, apuntaba a un alza de 160.000 en junio, poco menos que los 175.000 registrados en mayo. Pero ahora, los analistas estiman un rango de 175.000 a 200.000.
No sólo los datos de empleo son tenidos en consideración por la Reserva Federal, ya que no se le alinean las cifras recientes del comercio que muestran un déficit de EE.UU. aún mayor que lo esperado y un crecimiento de la economía menor al 2%.
De ser así, se diluiría la hipótesis de reducción de la flexibilización cuantitativa y de alzas de tasas interbancarias de la Fed, independiente del dato del mercado laboral del viernes.
Más estricta con la gran banca
El banco central estadounidense dijo que espera implementar en los próximos meses cuatro propuestas dirigidas a las ocho mayores entidades financieras del país que serían “sistémicamente importantes” para la economía global.
Entre las instituciones figuran Goldman Sachs Group Inc., Bank of America Corp., J.P. Morgan Chase & Co. y Citigroup Inc.
El gobernador de la Fed, Daniel Tarullo, encargado de los temas de regulación, manifestó que el organismo podría proponer pronto una relación de apalancamiento más alta, que en el caso de los bancos más grandes ascendería a entre 5% y 6%.
Este indicador representa el capital de la entidad frente a sus activos totales y es la medida predilecta de algunos reguladores para evaluar la capacidad de un banco para afrontar perturbaciones provocadas por tensiones económicas o financieras.
La Corporación Federal de Seguro de Depósitos de EE.UU. señaló que consideraría la propuesta de apalancamiento la próxima semana.
Los reguladores también podrían exigir a los bancos que guarden un monto mínimo de deuda a largo plazo, un cobro adicional en función de la dependencia de una institución en las formas más volátiles del financiamiento a corto plazo, y un sobrecargo especial acordado por las autoridades internacionales.
Directivos de la Fed, encabezados por Tarullo, han sido más explícitos a la hora de expresar su deseo de obligar a estas firmas a reducir sus dimensiones y complejidad.
La Fed ha evitado fijar un límite específico al tamaño de un banco y, en cambio, ha preferido una estrategia que encarece y dificulta ser un banco grande y complejo.
El banco central espera que este enfoque incentive una reducción del riesgo que presentan estas entidades.
Los otros cuatro bancos que son considerados como posibles riesgos sistémicos para la economía mundial son: State Street Corp., Bank of New York Mellon Corp., Wells Fargo & Co. y Morgan Stanley.
La Fed también terminó de preparar el martes un plan por separado que exige a todos los bancos del país, no solamente los más grandes, seguir reglas de capital más estrictas para apuntalar sus defensas.
El banco central votó en forma unánime a favor de estas reglas finales, que forman parte de un convenio internacional. Se espera que otras entidades regulatorias voten sobre el tema la próxima semana.
Las normas finales hacen una clara distinción entre las firmas más grandes de Wall Street y los prestamistas de tamaño mediano y pequeño, lo que deja de manifiesto las preocupaciones de los reguladores sobre los riesgos que presentan las entidades de mayor envergadura después de la crisis financiera.