Mientras hace apenas algunos años Brasil hacía esfuerzos para que el real no se apreciara frente al dólar hoy es otra víctima más del escándalo de la petrolera Petrobras, en el que 54 funcionarios fueron acusados de sobornos.
Si bien en el gran país latinoamericano no corre el riesgo de una crisis económica, sí se está acercando a una recesión. La ayuda podría estar llegando con el nuevo ministro de finanzas, más ortodoxo, Joaquim Levy, un experto tecnócrata que asumió en enero. Su nombramiento ha generado un contenido optimismo porque, luego de casi un quinquenio de aumento sostenido gasto público, Levy llega con la promesa de estimular la economía para contrarrestar la crisis en europa y el final del súper ciclo de las materias primas.