El PBI del cuarto trimestre de Estados Unidos registró una tasa de crecimiento de 3,2%, ajustada al consenso del mercado. Aunque menor al 4,1% del tercer trimestre, los optimistas calculan el crecimiento para la segunda mitad del año en 3,7%, un número mucho más amable.
Pero más importante es que el crecimiento para todo 2013 fue de apenas 1,9%, frente al 2,8% de 2012: la mayoría de la gente no puede verla, especialmente en sus salarios.
La última vez que la economía estadounidense creció a 3% o más por un año fue en 2005. Fue antes que existiera Twitter.
Para el mercado, probablemente, no cambiarán las cuentas, especialmente porque la Fed tomó una decisión de políticas el miércoles y no se volverá a reunir sino hasta marzo.
Los futuros del Dow estaban cerca de 40 puntos al alza antes que se conocieran las cifras y subieron un poco más, cerca de 69 puntos, después de conocer los datos.
Para los mercados emergentes, las cifras y los cálculos no cambian y la venta de activos no está perdiendo fuerza.
De un día para el otro, el índice Nikkei de Japón cayó 2,5% a medida que el debilitamiento del dólar contra el yen está obstaculizando el plan de crecimiento del primer ministro Shinzo Abe, el cual está basado en una debilitación del yen.
La lira turca está estable, aunque ese es un término extremadamente relativo hoy por hoy, frente al dólar, en cerca de 2,27.
El florin húngaro fue duramente golpeado y el rublo ruso llegó a niveles bajos nunca antes vistos frente al dólar.
La decisión de la Fed de continuar la reducción de su programa de estímulo monetario se basó en la creencia de que la economía estadounidense continuará mejorando. Acaban de recibir un nuevo argumento a favor.