(EFE).- La que pudo haber sido una gran semana de negocios para las bolsas de Nueva York cerró ayer (viernes 12) en tono menor, afectada por las dudas sobre las ganancias de las empresas y los datos de inflación al por mayor que preocupan a los inversores.
Al cierre de ayer, el promedio Dow Jones Industriales, donde cotizan 30 de las empresas más grandes de Estados Unidos, se situó en los 10.525,38 puntos, 136 unidades (1,28%) por debajo del cierre del viernes 5 de enero.
Esto fue en gran medida debido a la caída de 84 puntos del viernes, jornada en la que el principal indicador de las bolsas de Nueva York no encontró el apoyo necesario para anular una fuerte corriente de ventas.
El Nasdaq, mercado electrónico en el que cotizan las principales empresas de computación, telecomunicaciones e Internet1, cerró ayer en 2.626,50 puntos, 218 unidades (9,09%) por encima del cierre del viernes 5 de enero.
El martes, el Nasdaq ganó 45 puntos, 82 unidades el miércoles y otros 116 puntos el jueves, con lo que completó, por primera vez en cinco meses, tres sesiones seguidas de alzas.
Pero lo que prometía ser el inicio de una recuperación del mercado electrónico resultó al final una falsa alarma, pues el viernes perdió 14 unidades en medio de serias dudas de los inversores sobre su rendimiento futuro.
El lunes la bolsa permanecerá cerrada por celebrarse el aniversario del natalicio del líder pacifista negro Martin Luther King, por lo que los analistas e inversores deberán esperar hasta el martes para comprobar qué camino toman los mercados.
Las dudas a que se enfrentan los agentes del mercado son básicamente dos: la intensidad de la desaceleración de la economía estadounidense y sus efectos en los resultados de las empresas y el futuro de las tasas de interés.
Los datos macroeconómicos mostraron una constante y fuerte desaceleración de la economía, lo que se traduce en menor gasto, menores ventas y menores ingresos para las empresas.
Esto hizo que más de 500 empresas estadounidenses hayan advertido que sus resultados en el cuarto trimestre de 2000 estarán por debajo de los previstos, lo que ha dañado constantemente a los mercados en los últimos meses.
La próxima semana grandes empresas estadounidenses darán a conocer sus resultados, y pese a que se cree que la mayor parte de las compañías que tuvieron pobres rendimientos ya advirtieron a los inversores, no se descartan nuevas sorpresas desagradables.
A este factor se sumó ayer un asunto que estaba casi fuera de discusión: las tasas de interés.
El Gobierno estadounidense informó que el índice de precios a productores se mantuvo estable en diciembre, tal y como esperaban los analistas.
Sin embargo, el indicador de tendencia, es decir, el que no toma en cuenta ni los alimentos ni la energía, aumentó 0,3%, más de lo que esperaban los analistas de Wall Street.
Asimismo, las ventas al por menor aumentaron en diciembre 0,1%, una cifra que también sorprendió a los analistas.
Los expertos explican que la mayor parte de los analistas daba por descontado que las autoridades volverían a rebajar las tasas de interés el 31 de enero, cuando se celebrará una nueva reunión del Comité de Mercados Abiertos de la Reserva Federal.
Los expertos calculaban que dicha bajada de tasas bien podía ser de 0,5%, como la decretada por sorpresa el pasado 3 de enero.
Pero si la inflación comienza a salirse de control o a subir más de lo previsto, es probable que las autoridades decidan frenar su política de reducción de tasas, o que moderen el ritmo de bajada para ahuyentar el riesgo de una escalada de la inflación.
Las opiniones están divididas en Wall Street, pues mientras algunos creen que con estos nuevos datos la rebaja será de 0,25 puntos, desde el actual 6% a 5,75%, otros consideran que las autoridades lo pensarán mucho antes de decretar una nueva rebaja de tasas.
(EFE).- La que pudo haber sido una gran semana de negocios para las bolsas de Nueva York cerró ayer (viernes 12) en tono menor, afectada por las dudas sobre las ganancias de las empresas y los datos de inflación al por mayor que preocupan a los inversores.
Al cierre de ayer, el promedio Dow Jones Industriales, donde cotizan 30 de las empresas más grandes de Estados Unidos, se situó en los 10.525,38 puntos, 136 unidades (1,28%) por debajo del cierre del viernes 5 de enero.
Esto fue en gran medida debido a la caída de 84 puntos del viernes, jornada en la que el principal indicador de las bolsas de Nueva York no encontró el apoyo necesario para anular una fuerte corriente de ventas.
El Nasdaq, mercado electrónico en el que cotizan las principales empresas de computación, telecomunicaciones e Internet1, cerró ayer en 2.626,50 puntos, 218 unidades (9,09%) por encima del cierre del viernes 5 de enero.
El martes, el Nasdaq ganó 45 puntos, 82 unidades el miércoles y otros 116 puntos el jueves, con lo que completó, por primera vez en cinco meses, tres sesiones seguidas de alzas.
Pero lo que prometía ser el inicio de una recuperación del mercado electrónico resultó al final una falsa alarma, pues el viernes perdió 14 unidades en medio de serias dudas de los inversores sobre su rendimiento futuro.
El lunes la bolsa permanecerá cerrada por celebrarse el aniversario del natalicio del líder pacifista negro Martin Luther King, por lo que los analistas e inversores deberán esperar hasta el martes para comprobar qué camino toman los mercados.
Las dudas a que se enfrentan los agentes del mercado son básicamente dos: la intensidad de la desaceleración de la economía estadounidense y sus efectos en los resultados de las empresas y el futuro de las tasas de interés.
Los datos macroeconómicos mostraron una constante y fuerte desaceleración de la economía, lo que se traduce en menor gasto, menores ventas y menores ingresos para las empresas.
Esto hizo que más de 500 empresas estadounidenses hayan advertido que sus resultados en el cuarto trimestre de 2000 estarán por debajo de los previstos, lo que ha dañado constantemente a los mercados en los últimos meses.
La próxima semana grandes empresas estadounidenses darán a conocer sus resultados, y pese a que se cree que la mayor parte de las compañías que tuvieron pobres rendimientos ya advirtieron a los inversores, no se descartan nuevas sorpresas desagradables.
A este factor se sumó ayer un asunto que estaba casi fuera de discusión: las tasas de interés.
El Gobierno estadounidense informó que el índice de precios a productores se mantuvo estable en diciembre, tal y como esperaban los analistas.
Sin embargo, el indicador de tendencia, es decir, el que no toma en cuenta ni los alimentos ni la energía, aumentó 0,3%, más de lo que esperaban los analistas de Wall Street.
Asimismo, las ventas al por menor aumentaron en diciembre 0,1%, una cifra que también sorprendió a los analistas.
Los expertos explican que la mayor parte de los analistas daba por descontado que las autoridades volverían a rebajar las tasas de interés el 31 de enero, cuando se celebrará una nueva reunión del Comité de Mercados Abiertos de la Reserva Federal.
Los expertos calculaban que dicha bajada de tasas bien podía ser de 0,5%, como la decretada por sorpresa el pasado 3 de enero.
Pero si la inflación comienza a salirse de control o a subir más de lo previsto, es probable que las autoridades decidan frenar su política de reducción de tasas, o que moderen el ritmo de bajada para ahuyentar el riesgo de una escalada de la inflación.
Las opiniones están divididas en Wall Street, pues mientras algunos creen que con estos nuevos datos la rebaja será de 0,25 puntos, desde el actual 6% a 5,75%, otros consideran que las autoridades lo pensarán mucho antes de decretar una nueva rebaja de tasas.