jueves, 2 de enero de 2025

El FMI y el BM revisan previsiones

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La asamblea de los dos organismos financieros más importantes del mundo evaluará esta semana la evolución de la economía global. La economía estadounidense, y las crisis de la Argentina y Turquía, son los temas prioritarios.

(EFE).- El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) celebrarán esta semana su asamblea sin masivas protestas de grupos contra la globalización, y en un clima de preocupación creciente por la situación económica mundial.
La oscura evolución de la economía global, atizada sobre todo por la fuerte desaceleración de Estados Unidos y las crisis de la Argentina y Turquía, marcará la reunión semestral de las instituciones multilaterales, que se desarrollará en Washington entre el jueves 26 y el lunes 30 de abril.

El FMI revisará a la baja sus previsiones de crecimiento global en más de un punto con respecto a las difundidas en septiembre pasado en Praga, y hará lo mismo con prácticamente todas las economías del mundo, especialmente con las de las naciones más industrializadas.

Sin grandes protestas anunciadas contra la cita, la asamblea de Washington será una balsa de aceite con respecto a la celebrada en la capital checa, cuando ambas instituciones, rodeadas por miles de manifestantes, se hacían eco de las mejores previsiones económicas de los últimos diez años.

Pasados apenas siete meses, la situación parece haberse dado la vuelta por completo.

El FMI y el BM alertan ahora sobre las consecuencias de la desaceleración de las economías más fuertes, sobre todo de la estadounidense, y de los serios riesgos que esto conlleva para el panorama mundial.

Por primera vez en una década, la Unión Europea (UE) crece a un ritmo más fuerte que la primera potencia del planeta -que hace apenas tres años salvaba a la economía global de la recesión-, mientras Japón persiste con un Producto Interior Bruto (PIB) casi estancado.

Por estas razones, el miércoles día 18, la Reserva Federal estadounidense aprobó por sorpresa una rebaja en los tipos de interés (hasta 4,5%), por cuarta vez en lo que va de año, para tratar de combatir el riesgo de recesión en el país.

Como punto de partida de su asamblea con el BM, el Fondo Monetario presentará el jueves sus Previsiones Económicas Mundiales, en las que rebajará la previsión de crecimiento global para 2001 desde 4,2% calculado en septiembre a probablemente menos de 3%.

En esta ocasión, el FMI no espera grandes protestas, ya que los activistas antiglobalización se han centrado en la Cumbre de las Américas celebrada este fin de semana en Québec (Canadá), con la presencia de los gobernantes de 34 países americanos, entre ellos el presidente de Estados Unidos, George W. Bush.

“La precaución debe ser siempre la palabra, y también la preparación; pero no tenemos ningún indicio de ninguna manifestación a gran escala ni de un gran interés” en la asamblea, aseguró en su última rueda de prensa Thomas Dawson, portavoz del Fondo.

“No esperamos muchas protestas, porque nuestros aliados viajaron a Québec. Pero algunos estaremos en Washington, recordando a los ministros que la promesa de alivio de deuda no se ha cumplido y que, mientras algunos se benefician en los países pobres, la mayoría no lo hace”, dijo Phil Twyford, de la Organización No Gubernamental Oxfam.

La reunión de esta primavera del FMI y el BM contará con la asistencia de casi 10.000 personas, incluidos los ministros de Finanzas y presidentes de bancos centrales de 183 países.

Como es habitual, se tratará de una reunión inabarcable, con unas 3.500 personas de las delegaciones deseosas de establecer contactos, más de 5.000 invitados -sobre todo empresarios y banqueros- y casi mil periodistas.
Uno de los invitados más esperados en la cumbre será el ministro argentino de Economía, Domingo Cavallo, que recabará apoyos para sus medidas de reactivación económica y las reformas y cambios que estudia introducir en el sistema monetario.

La reunión de ambas instituciones internacionales tendrá también en la agenda asuntos relacionados con su reforma interna y con la prevención de crisis.

(EFE).- El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) celebrarán esta semana su asamblea sin masivas protestas de grupos contra la globalización, y en un clima de preocupación creciente por la situación económica mundial.
La oscura evolución de la economía global, atizada sobre todo por la fuerte desaceleración de Estados Unidos y las crisis de la Argentina y Turquía, marcará la reunión semestral de las instituciones multilaterales, que se desarrollará en Washington entre el jueves 26 y el lunes 30 de abril.

El FMI revisará a la baja sus previsiones de crecimiento global en más de un punto con respecto a las difundidas en septiembre pasado en Praga, y hará lo mismo con prácticamente todas las economías del mundo, especialmente con las de las naciones más industrializadas.

Sin grandes protestas anunciadas contra la cita, la asamblea de Washington será una balsa de aceite con respecto a la celebrada en la capital checa, cuando ambas instituciones, rodeadas por miles de manifestantes, se hacían eco de las mejores previsiones económicas de los últimos diez años.

Pasados apenas siete meses, la situación parece haberse dado la vuelta por completo.

El FMI y el BM alertan ahora sobre las consecuencias de la desaceleración de las economías más fuertes, sobre todo de la estadounidense, y de los serios riesgos que esto conlleva para el panorama mundial.

Por primera vez en una década, la Unión Europea (UE) crece a un ritmo más fuerte que la primera potencia del planeta -que hace apenas tres años salvaba a la economía global de la recesión-, mientras Japón persiste con un Producto Interior Bruto (PIB) casi estancado.

Por estas razones, el miércoles día 18, la Reserva Federal estadounidense aprobó por sorpresa una rebaja en los tipos de interés (hasta 4,5%), por cuarta vez en lo que va de año, para tratar de combatir el riesgo de recesión en el país.

Como punto de partida de su asamblea con el BM, el Fondo Monetario presentará el jueves sus Previsiones Económicas Mundiales, en las que rebajará la previsión de crecimiento global para 2001 desde 4,2% calculado en septiembre a probablemente menos de 3%.

En esta ocasión, el FMI no espera grandes protestas, ya que los activistas antiglobalización se han centrado en la Cumbre de las Américas celebrada este fin de semana en Québec (Canadá), con la presencia de los gobernantes de 34 países americanos, entre ellos el presidente de Estados Unidos, George W. Bush.

“La precaución debe ser siempre la palabra, y también la preparación; pero no tenemos ningún indicio de ninguna manifestación a gran escala ni de un gran interés” en la asamblea, aseguró en su última rueda de prensa Thomas Dawson, portavoz del Fondo.

“No esperamos muchas protestas, porque nuestros aliados viajaron a Québec. Pero algunos estaremos en Washington, recordando a los ministros que la promesa de alivio de deuda no se ha cumplido y que, mientras algunos se benefician en los países pobres, la mayoría no lo hace”, dijo Phil Twyford, de la Organización No Gubernamental Oxfam.

La reunión de esta primavera del FMI y el BM contará con la asistencia de casi 10.000 personas, incluidos los ministros de Finanzas y presidentes de bancos centrales de 183 países.

Como es habitual, se tratará de una reunión inabarcable, con unas 3.500 personas de las delegaciones deseosas de establecer contactos, más de 5.000 invitados -sobre todo empresarios y banqueros- y casi mil periodistas.
Uno de los invitados más esperados en la cumbre será el ministro argentino de Economía, Domingo Cavallo, que recabará apoyos para sus medidas de reactivación económica y las reformas y cambios que estudia introducir en el sistema monetario.

La reunión de ambas instituciones internacionales tendrá también en la agenda asuntos relacionados con su reforma interna y con la prevención de crisis.

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