En esta oportunidad, el factor decisivo provino de Alemania, donde algunas encuestas mostraban que operadores y empresarios esperan un euro “relativamente alto” de ahora a fin de año. Algunos analistas prevén US$ 1,31 encuatrosemanas.
De todas maneras, la coincidencia de feriados en Estado Unidos y Japón dejó fuera de juego dos mercados cambiarios claves. En las plazas de la eurozona, el dólar cedía a ¥ 115,80 obviamente porque el Banco del Japón no suele intervenir en plazas ajenas a la propia.
También en Alemania, el sondeo del IFO sobre expectativas del sector privado resultó muy positivo. Al revés que en EE.UU., el índice subió de 105,3 puntos en octubre a 106,8 en noviembre (+1,4%). Los pronósticos del mercado no auguraban más de 105,2.
Esa combinación de factores provocó el pase de dólares a euros en varias plazas. De paso, benefició a la libra esterlina. Por otro lado, el paréntesis de actividad en Nueva York y Chicago acentuó la venta masiva de posiciones en dólares.
En esta oportunidad, el factor decisivo provino de Alemania, donde algunas encuestas mostraban que operadores y empresarios esperan un euro “relativamente alto” de ahora a fin de año. Algunos analistas prevén US$ 1,31 encuatrosemanas.
De todas maneras, la coincidencia de feriados en Estado Unidos y Japón dejó fuera de juego dos mercados cambiarios claves. En las plazas de la eurozona, el dólar cedía a ¥ 115,80 obviamente porque el Banco del Japón no suele intervenir en plazas ajenas a la propia.
También en Alemania, el sondeo del IFO sobre expectativas del sector privado resultó muy positivo. Al revés que en EE.UU., el índice subió de 105,3 puntos en octubre a 106,8 en noviembre (+1,4%). Los pronósticos del mercado no auguraban más de 105,2.
Esa combinación de factores provocó el pase de dólares a euros en varias plazas. De paso, benefició a la libra esterlina. Por otro lado, el paréntesis de actividad en Nueva York y Chicago acentuó la venta masiva de posiciones en dólares.