<p>Operadores e intermediarios informaron en Londres, París y Fráncfort que la entidad todavía presidida por Jean-Claude Trichet estaba comprando a ritmo activo. Los rindes sobre títulos italianos a diez años, contrapartida de los precios, cedían 65 puntos básicos a 5,44%. Se distanciaban pues del 6,02% registrado el viernes.<br />
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En cuanto a bonos españoles, los decenales bajaban 72 puntos básicos. Vale decir, de 6,04 a 5,32%. Mientras tanto, el euro repuntaba hacia US$ 1,44. En forma simultánea, las dos bolsas peninsulares rebotaban con fuerza: Milán recobraba 4,1% y Madrid lo hacía en 3,3%.<br />
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Los bancos se beneficiaban de la reacción. Los líderes italianos (Unicredito, Mediobanca) reganaban 6,5 y 5,6%. Otras instituciones castigadas la semana pasada –Banco Santander Central Hispano, Royal Bank of Scotland, entre otras- también recobraban impulso.<br />
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A juicio de banqueros y operadores, empero, los indicadores vinculados a deudores periféricos continuaban volátiles. Así trasuntaba el Eurofirst 300, Londres. Sin embargo, se calmaban los temores de un derrape en el valor de los pasivos españoles e italianos.<br />
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Por supuesto, otra cara de la crisis atlántica, la degradación de la deuda estadounidense (de AAA a AA+) seguías pesando. En particular, vía aumento de presiones en la Eurozona contra Standard & Poor’s y, por contagio. Moody’s Investors Service y Fitch Ratings.<br />
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Ya este lunes, el grupo de los 7 (EE.UU., Japón, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Canadá e Italia), señaló estar dispuesto a intervenir en los mercados cambiarios. ¿Para qué? Para, llegado el caso, refirmar la confianza en las letras del tesoro estadounidense (una eventualidad no hace mucho impensable).<br />
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Al principio de la jornada, se registraban copiosas ventas de activos riesgosos desde Sidney hasta Tokio, desde las plazas chinas hasta India y Levante. Más tarde, los rindes de bonos norteamericanos a diez años cedieron tres puntos básicos, a 2,53% anual. Luego los rendimientos sobre títulos alemanes (“bunds”, referencias en la Unión Europea) subieron quince puntos, a 2,59%.<br />
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Sea como fuere, en general los analistas creen que la acción de las autoridades debe ser más decisiva y voluminosa, para evitar que la crisis en la Eurozona torne a acentuarse. “La clave reside en la escala de compras programada. Si no fuese suficiente –señala un análisis del RBS-, esta recuperación duraría poco”. Mark Schofield (estratega de Citigroup) no cree que “esta iniciativa baste para pacificar los mercados. Quedan aún muchas incógnitas sin responder”.<br />
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Una hace al escaso poder de fuego del instrumento clave para la UE: las facilidades europeas para estabilizar finanzas (FEEF). Este mecanismo deberá substituir al BCE en el tercer trimestre como tomador de bonos soberanos. Schofield recuerda a Grecia en 2010: las compras del BCE desencadenaron una euforia que duró un suspiro. <br />
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Algunos operadores apuntan a dos inconvenientes del sistema hoy aplicado en gran escala. Uno es cómo el BCE esterilizará estas tomas (Schofield sugiere vender deuda del propio emisor. Otro es si y cómo el BCE puede transferir sus compras al FEEF.</p>
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El BCE compra deuda española e italiana
Los costos de tomar crédito se achicaron este lunes para Roma y Madrid. Según lo anunciado, el Banco Central Europeo intervino desde el vamos en un intento para estabilizar los mercados financieros. Funcionarios de ambos países así lo confirmaron.