El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) aumentó el jueves en un cuarto de punto, hasta 3,75%, las tasas de interés en la eurozona para combatir el riesgo de inflación provocado por el fuerte crecimiento monetario y por la caída del valor exterior de la moneda única.
La subida de tipos no ayudó a la cotización de la moneda europea, cuyo cambio oficial se situó en un nuevo mínimo histórico de US$ 0,9163, y a las 16.35 GMT se cambiaba en el mercado de divisas de Francfort a US$ 0,9075, frente a los US$ 0,9215 de esta mañana.
Poco después de conocerse la decisión del BCE, el euro ya había tocado en Francfort el tope de los US$ 0,9080, aunque luego conseguía recuperarse ligeramente tras la publicación de los datos de crecimiento de la economía estadounidense en el primer trimestre, por debajo de lo esperado.
En medios financieros ya se preveía, sin embargo, que el tercer incremento en lo que va de año del precio del dinero en la zona euro no ayudaría a fortalecer su moneda, cuya debilidad exterior obedece en mayor medida al diferencial de crecimiento que al de tipos de interés entre la economía de los once y la de Estados Unidos.
El BCE justificó su decisión en su intención de continuar su política de “reaccionar ante los riesgos para la estabilidad de los precios a medio plazo de una manera preventiva”, según un comunicado difundido por el banco al término de su reunión del jueves.
De esta manera, asegura la entidad, la política monetaria presta la mejor contribución para “garantizar el sostenimiento de la actual fase de fuerte y no inflacionista crecimiento económico” en el área.
El nuevo incremento de los tipos en un cuarto de punto se preveía para antes de finales de mayo, debido a la generosa liquidez en el eurosistema y al fuerte crecimiento de los créditos al sector privado, por encima de 10% interanual el pasado marzo.
La caída del euro ha llevado al BCE a emplear por anticipado el freno de su política monetaria para prevenir los riesgos inflacionistas que la debilidad de la moneda podría acarrear a través del encarecimiento de las importaciones.
El banco europeo reconocía el jueves su “preocupación” ante los riesgos para la estabilidad de los precios derivados tanto del “fuerte crecimiento monetario y crediticio” como del “actual nivel de tipo de cambio del euro”.
Tras indicar que en la reunión de hoy se debatieron los recientes movimientos en las cotizaciones entre las principales monedas, el Consejo de Gobierno insiste en que el actual nivel del euro “no refleja los fuertes datos fundamentales de la economía de la eurozona”.
La decisión de la entidad europea, aunque no sirvió por el momento para recuperar al euro, al menos a corto plazo, fue acogida favorablemente por el mundo financiero alemán.
La Unión de la Industria Alemana (BDI) calificó de “consecuente y adecuada” la medida y advirtió de que la moneda europea sólo podrá fortalecerse si los Gobiernos de la Unión Monetaria muestran claramente su disposición a emprender las reformas estructurales necesarias para flexibilizar sus economías.
El jefe economista del Deutsche Bank, Norbert Walter, consideró la subida de los tipos “absolutamente adecuada en su oportunidad y su magnitud y muy bien argumentada”, aunque pronosticó que el euro no se recuperará hasta el verano, cuando el crecimiento de la economía estadounidense comience a ralentizarse y el de la europea a acelerarse.
Pese al aumento, los observadores consideran que la política monetaria del BCE continúa todavía en una posición expansiva o cuando menos “neutral”, por lo que prevén un nuevo ascenso de los tipos hasta situarlos como mínimo en 4% antes de final de año.
Fuente: EFE
El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) aumentó el jueves en un cuarto de punto, hasta 3,75%, las tasas de interés en la eurozona para combatir el riesgo de inflación provocado por el fuerte crecimiento monetario y por la caída del valor exterior de la moneda única.
La subida de tipos no ayudó a la cotización de la moneda europea, cuyo cambio oficial se situó en un nuevo mínimo histórico de US$ 0,9163, y a las 16.35 GMT se cambiaba en el mercado de divisas de Francfort a US$ 0,9075, frente a los US$ 0,9215 de esta mañana.
Poco después de conocerse la decisión del BCE, el euro ya había tocado en Francfort el tope de los US$ 0,9080, aunque luego conseguía recuperarse ligeramente tras la publicación de los datos de crecimiento de la economía estadounidense en el primer trimestre, por debajo de lo esperado.
En medios financieros ya se preveía, sin embargo, que el tercer incremento en lo que va de año del precio del dinero en la zona euro no ayudaría a fortalecer su moneda, cuya debilidad exterior obedece en mayor medida al diferencial de crecimiento que al de tipos de interés entre la economía de los once y la de Estados Unidos.
El BCE justificó su decisión en su intención de continuar su política de “reaccionar ante los riesgos para la estabilidad de los precios a medio plazo de una manera preventiva”, según un comunicado difundido por el banco al término de su reunión del jueves.
De esta manera, asegura la entidad, la política monetaria presta la mejor contribución para “garantizar el sostenimiento de la actual fase de fuerte y no inflacionista crecimiento económico” en el área.
El nuevo incremento de los tipos en un cuarto de punto se preveía para antes de finales de mayo, debido a la generosa liquidez en el eurosistema y al fuerte crecimiento de los créditos al sector privado, por encima de 10% interanual el pasado marzo.
La caída del euro ha llevado al BCE a emplear por anticipado el freno de su política monetaria para prevenir los riesgos inflacionistas que la debilidad de la moneda podría acarrear a través del encarecimiento de las importaciones.
El banco europeo reconocía el jueves su “preocupación” ante los riesgos para la estabilidad de los precios derivados tanto del “fuerte crecimiento monetario y crediticio” como del “actual nivel de tipo de cambio del euro”.
Tras indicar que en la reunión de hoy se debatieron los recientes movimientos en las cotizaciones entre las principales monedas, el Consejo de Gobierno insiste en que el actual nivel del euro “no refleja los fuertes datos fundamentales de la economía de la eurozona”.
La decisión de la entidad europea, aunque no sirvió por el momento para recuperar al euro, al menos a corto plazo, fue acogida favorablemente por el mundo financiero alemán.
La Unión de la Industria Alemana (BDI) calificó de “consecuente y adecuada” la medida y advirtió de que la moneda europea sólo podrá fortalecerse si los Gobiernos de la Unión Monetaria muestran claramente su disposición a emprender las reformas estructurales necesarias para flexibilizar sus economías.
El jefe economista del Deutsche Bank, Norbert Walter, consideró la subida de los tipos “absolutamente adecuada en su oportunidad y su magnitud y muy bien argumentada”, aunque pronosticó que el euro no se recuperará hasta el verano, cuando el crecimiento de la economía estadounidense comience a ralentizarse y el de la europea a acelerarse.
Pese al aumento, los observadores consideran que la política monetaria del BCE continúa todavía en una posición expansiva o cuando menos “neutral”, por lo que prevén un nuevo ascenso de los tipos hasta situarlos como mínimo en 4% antes de final de año.
Fuente: EFE