El uso de estructuras como la Limited Liability Company (LLC) en Estados Unidos se ha popularizado entre profesionales y empresas argentinas que buscan cobrar en dólares por servicios exportados. Sin embargo, especialistas advierten que esta alternativa presenta desafíos fiscales, costos fijos y requisitos de cumplimiento que pueden superar los beneficios para quienes no alcanzan cierto nivel de facturación.
Paula Varak, IT Recruiter especializada en Relocation, señala que la LLC “no es algo pensado para freelancers, sino para quienes tienen una facturación elevada”. Explica que la rentabilidad de esta figura depende de superar ingresos mensuales de US$ 6.000, considerando gastos de apertura, mantenimiento, contabilidad y obligaciones impositivas. Además, la repatriación de fondos enfrenta obstáculos por las restricciones cambiarias argentinas y los elevados costos de transferencias internacionales.
Herramientas como Payoneer o Dollar App permiten retirar fondos en pesos, pero requieren trámites adicionales y la titularidad de cuentas específicas. En respuesta, surgen plataformas como Bitwage, que facilita recibir pagos en criptomonedas o en moneda local, sin la necesidad de abrir cuentas bancarias en el exterior. Esta flexibilidad resulta atractiva en un contexto de volatilidad y control cambiario.
Para empresas del sector tecnológico, call centers u outsourcing, la constitución de una LLC sigue siendo útil para acceder a mercados internacionales y emitir contratos globales. María Fernanda Juppet, foto – CEO de CryptoMKT, subraya que la principal motivación es “facturar a clientes internacionales con un marco legal estable”. Fabiano Dias, international business developer de Bitwage, agrega que más de la mitad de las LLC que utilizan la plataforma incluyen trabajadores argentinos, reflejando una tendencia hacia soluciones de pago más ágiles.
Según la Cámara de la Industria Argentina del Software (CESSI), el 70% de las empresas de IT exporta servicios, con una proporción creciente de pagos canalizados a través de estructuras en el exterior o directamente en criptomonedas. El Índice de Adopción Global de Chainalysis 2024 posiciona a Argentina en el 15° lugar mundial en uso de criptoactivos, impulsada por la búsqueda de alternativas a las restricciones.
En la actualidad, mientras en países como Brasil existen normativas específicas para pagos en criptoactivos, en Argentina el debate regulatorio continúa abierto. “Las criptomonedas no son una moda, son una herramienta financiera que llegó para quedarse. El desafío es darles un marco regulatorio que brinde seguridad sin frenar la innovación”, concluye Juppet.












