Antes de que finalice el verano boreal el Congreso deberá elevar el techo de la deuda nacional. Tanto el congreso como la Casa Blanca comienzan a tomar posiciones. La decisión de no elevar el techo de la deuda podría tener efectos catastróficos en la economía.
El día que en su momento el presidente Barack Obama llamara el más difícil de su presidencia vuelve a estar en el horizonte en Washington.
Elevar el techo de la deuda: aparentemente es una función simple del Congreso. Pero la batalla sobre cuál es el tope de lo que el gobierno federal puede endeudarse aumenta las divisiones no sólo en el Congreso sino dentro mismo de la administración Trump.
Si no se llega a un acuerdo para aumentar el límite de lo endeudable podría haber consecuencias desastrosas para la economía global y posiblemente debilitar a grandes sectores del sistema financiero internacional.
“Quiero aclarar que cuanto antes lo hagan, menos incertidumbre habrá en el mercado,” dijo el viernes sobre el Congreso el Secretario del Tesoro Steven Mnuchin.
Antes de lo esperado
El plazo para tratar el asunto de la deuda y su tope se acortó con los últimos acontecimientos.
“Con respeto insto al Congreso a proteger la buena fe y el crédito de Estados Unidos aceuando para aumentar el límite de deuda estatutaria lo antes posible,” dijo Mnuchinen una carta abierta al presidente de la Casa de Representantes Paul Ryan cuando expiró una suspensión temporaria del límite en marzo.
Desde entonces, el Tesoro usó “medidas extraordinarias” para extender el plazo del techo de la deuda suspendiendo algunas inversiones en fondos federales de retiro y ralentando el ritmo de la emisión de deuda. Al principio el Tesoro y la Oficina de Presupuesto habían indicado que el techo se tocaría en algún momento del próximo otoño (hacia fin de año), pero sobre base de los informe de Mnuchin, eso podría ocurrir en los próximos dos meses.
Andrew Austin, investigador del Congreso, la idea de un límite oficial para la deuda se remonta al Second Liberty Bond Act de 1917. Se fue permitiendo un aumento de ese límite desde 1939.
Antes de eso el Congreso tenía que aprobar las proposiciones de endeudamiento del Tesoro una por una. El techo de la deuda, por otra parte, permitió al Congreso ejercer alguna influencia sobre el gasto y la emisi´son de deuda y a la vez facilitó al Tesoro financiar las operaciones. Eso fue muy importante para las emisiones de bonos para financiar la participación de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial.
Desde que fue establecido un techo para la deuda, ha sido repetidamente elevado sin mucho problema…. hasta el siglo 21. Desde la crisis financiera de 2008, las peleas por el techo de la deuda se han vuelto más difíciles y más políticamente polémicas. Tal vez la más famosa se produco en 2011, cuando parecía que el liderazgo republicano en la Casa de representantes no tenía los suficientes votos para aprobar el techo de la deuda. Obama dijo después que esos momentos habían sido los más desesperantes de su presidencia y que ya tenía preparado un discurso para el caso en que Estados Unidos cayeroa en un default parcial sobre su deuda.
Desde que el dólar es considerado la reserva mundial y los bonos del gobierno estadounidense son los activos clave en la mayor parte de las carteras de inversión del mundo, debilitar la confianza mundial en esos productos financieros podría tener efectos devastadores.
Las posiciones en la batalla
Dada la necesidad de elevar el techo, el conflicto sobre el límite suele convertirse en campo de batalla para diversos argumentos ideológicos. Esta vez, ha dividido no solo al Congreso sino también a la administración Trump.
Mnuchin, por ejemplo, ha dicho que está a favor de un aumento “limpio”.
Por otro lado, Mick Mulvaney, el fundador del House Freedom Caucus, propone una ley que incluya algunos recortes en el gasto destinados a controlar algunos aumentos de deuda en el futuro. Eso podría significar una píldora envenenada para el apoyo demócrata y hacerlo difícil de aprobar, dada la escasa mayoría republicana en el senado.
Trump, por su parte, parece tomar la posición de Mnuchin. La posición de Mulvaney es apoyada por sus anteriores colegas n asl duro House Freedom Caucus — y por algunos líderes del GOP en la Casa de Representantes.
El Freedom Caucus, que continuamente puja por una reducción de la deuda y recortar gastos, hasta llegó a adoptar la posición política de que no apoyará un techo de deuda que con contemple concesiones a recortes de gastos.