jueves, 26 de diciembre de 2024

EE.UU.: una lluvia de indicadores poco gratos

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El consumidor norteamericano gastó en julio sólo 0,8% más que en junio, el menor margen desde noviembre de 2002. Sus ingresos subieron apenas 0,1%. Ahora, se precisa más empleo para que la gente recobre confianza, compre y se endeude.

La adquisición de autos y otros bienes durables determinó el alza de gastos, tras haber cedido 0,2% en junio. Todo, según el informe del departamento federal de Comercio. En cuanto a casi inmovilidad de ingresos de bolsillo, se debe esencialmente a las rebajas dispuestas por el gobierno en materia de asistencia médica (Medicare) a sectores de clase media y baja.

Las cifras oficiales no convalidan del todo una idea de Alan Greenspan, en cuanto a que el estancamiento de la demanda –debido a combustibles altos- y el brote inflacionario serán breves. No obstante, sería preciso estimular la recreación de trabajo, pues los beneficios del doble paquete de rebajas impositivas (2001-12) se limitan a sectores de altos ingresos. También se notan problemas en materia de refinanciamiento hipotecario.

“El público todavía compra, pero realmente se precisa un crecimiento más amplio y sostenido de demanda laboral. También se necesitan mejores salarios”, indica un informe de Naroff Economic Advisors, analizando el descenso de un índice de confianza entre consumidores. Para el caso, el que confecciona la Conference Board, que cede de 105,7 puntos en julio a 98,2 en agosto (-7,1%, primera baja desde febrero).

Casi al mismo tiempo, la National Association of Purchasing Managers (gerentes de compras), difundió un indicador similar, sólo que para Chicago y su zona. Según esta fuente, la confianza regional cede de 64,7 a 57,3 puntos (-11,4%) entre julio y agosto. Esta gama de estadísticas enfrió un alza inicial en Wall Street e hizo subir el euro contra el dólar (de US$ 1,2055 a 1,2180). Finalmente, el crudo tejano desciende muy suavemente, ahora de US$ 42,28 a 42,15 el barril (-0,31%).

La adquisición de autos y otros bienes durables determinó el alza de gastos, tras haber cedido 0,2% en junio. Todo, según el informe del departamento federal de Comercio. En cuanto a casi inmovilidad de ingresos de bolsillo, se debe esencialmente a las rebajas dispuestas por el gobierno en materia de asistencia médica (Medicare) a sectores de clase media y baja.

Las cifras oficiales no convalidan del todo una idea de Alan Greenspan, en cuanto a que el estancamiento de la demanda –debido a combustibles altos- y el brote inflacionario serán breves. No obstante, sería preciso estimular la recreación de trabajo, pues los beneficios del doble paquete de rebajas impositivas (2001-12) se limitan a sectores de altos ingresos. También se notan problemas en materia de refinanciamiento hipotecario.

“El público todavía compra, pero realmente se precisa un crecimiento más amplio y sostenido de demanda laboral. También se necesitan mejores salarios”, indica un informe de Naroff Economic Advisors, analizando el descenso de un índice de confianza entre consumidores. Para el caso, el que confecciona la Conference Board, que cede de 105,7 puntos en julio a 98,2 en agosto (-7,1%, primera baja desde febrero).

Casi al mismo tiempo, la National Association of Purchasing Managers (gerentes de compras), difundió un indicador similar, sólo que para Chicago y su zona. Según esta fuente, la confianza regional cede de 64,7 a 57,3 puntos (-11,4%) entre julio y agosto. Esta gama de estadísticas enfrió un alza inicial en Wall Street e hizo subir el euro contra el dólar (de US$ 1,2055 a 1,2180). Finalmente, el crudo tejano desciende muy suavemente, ahora de US$ 42,28 a 42,15 el barril (-0,31%).

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