<p>Los tres paneles principales quedaron bajo la cota registrada al colapsar Bear Stearns, que los gurúes definían como lo peor de una crisis que databa de agosto. No fue así. La cartera Standard&Poor’s 500 se deslizó 2,94% y el Nasdaq compuesto llevó eso a -3,33%. Al cierre del jueves 26, pues, Wall Street quedaba 12% bajo la última rueda 2007.</p>
<p>Como eso no bastase, los crudos volvieron brevemente a US$ 140 el barril. Pero los cierre no daban para el optimismo: US$ 139,45 el tejano ligero en Nueva York y 139,75 el Brent en Londres. En este caso, fue récord absoluto.</p>
<p>Tras esporádicas reacciones en algunas semanas, varias bolsas tornaron a zozobrar. La tendencia se hizo evidente en Nueva York, Londres, Francfort, Tokio y Hongkong. San Pablo –el único panel relevante en la región- cedió bastante, pero sigue más alto que al empezar el año.</p>
<p>Las tensiones dominan nuevamente en los mercados de hipotecas y crédito. Analistas y hasta académicos que rezumaban confianza a mediados de junio pronostican, hoy, otra ola de pérdidas y depreciaciones contables en grandes bancos y firmas de valores (disfrazadas como bancas de inversión). Tan abrupta reversión –el 2 de mayo, el DJ 30 estaba en el pico de 13.058,2 puntos- recuerda el estallido de la burbuja puntocom en 2000. Poco después, el colapso de Bear Stearns creó la ilusión de que lo peor quedaba atrás. Ahora muchos esperan lo peor en el futuro.</p>
<p>Un anuncio de Bank of America, ya cerrados los paneles el jueves, agravó el clima. El mayor conglomerado financiero de Estados Unidos despedirá 7.500 personas en dieciocho meses, una vez completad la toma de Countrywide Financial, prestamista hipotecaria líder. Ese número equivale a 2,9% de la plantilla combinada. Medios sindicales temen que esta fusión sea tan poco viable como la de Citicorp y Travelers Group, hace justo diez años.</p>
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Dow Jones 30, en el peor momento del año por temores diversos
El DJ cayó 3,03%, a 11.453,4 puntos, piso en el año cuando faltan sólo dos ruedas para cerrar el primer semestre. Además de pesimismo en torno de Citigroup, Merrill Lynch o General Motores, cunden señales poco gratas para bancos (26-VI).