En realidad, los operadores se movían entre dos imágenes. Por el lado accionario, una ola de trimestrales positivos, o sea datos pasados, que llevaron el DJ a extremos de 12.790 aunque cerró en 17.764 y el Standard&Poor’s a 1.470,1, segundo récord seguido. El Nasdaq compuesto cedió un poco, a 2,514,3.
Pero el futuro es distinto e incluye presunciones regresivas. Este horizonte hace pensar a los operadores que, en algún momento, la Reserva Federal abandonará su pertinaz ortodoxia y rebajará la tasa básica, hoy en 5,25% anual. Esta idea, sin mucho fundamento por ahora, explica la debilidad del dólar ante divisas rivales.
Si bien en relación el euro marca picos y, respecto del yen, pisos de hace algunos meses (debido a que el Banco del Japón interviene sistemáticamente: no quiere un dólar inferior a 118 yenes), el caso de la esterlina es diferente. Aunque a Gran Bretaña no le convenga, este martes s moneda llegó a los dos dólares, algo que no había sucedido en quince años.
Hay un factor: al revés de Estados Unidos, cunden en Londres expectativas de que el Banco de Inglaterra (central) elevará tasas en mayo. A diferencia de Japón, Gran Bretaña no tiene la enorme masa de divisas necesaria para intervenir y hacer bajar a libra.
En realidad, los operadores se movían entre dos imágenes. Por el lado accionario, una ola de trimestrales positivos, o sea datos pasados, que llevaron el DJ a extremos de 12.790 aunque cerró en 17.764 y el Standard&Poor’s a 1.470,1, segundo récord seguido. El Nasdaq compuesto cedió un poco, a 2,514,3.
Pero el futuro es distinto e incluye presunciones regresivas. Este horizonte hace pensar a los operadores que, en algún momento, la Reserva Federal abandonará su pertinaz ortodoxia y rebajará la tasa básica, hoy en 5,25% anual. Esta idea, sin mucho fundamento por ahora, explica la debilidad del dólar ante divisas rivales.
Si bien en relación el euro marca picos y, respecto del yen, pisos de hace algunos meses (debido a que el Banco del Japón interviene sistemáticamente: no quiere un dólar inferior a 118 yenes), el caso de la esterlina es diferente. Aunque a Gran Bretaña no le convenga, este martes s moneda llegó a los dos dólares, algo que no había sucedido en quince años.
Hay un factor: al revés de Estados Unidos, cunden en Londres expectativas de que el Banco de Inglaterra (central) elevará tasas en mayo. A diferencia de Japón, Gran Bretaña no tiene la enorme masa de divisas necesaria para intervenir y hacer bajar a libra.