<p>La demanda radicada el martes involucra a la central del DB y la división Mortgage IT. e incluye, además, “haber ocultado información sobre calidad de sus créditos para optar a un programa de garantías hipotecarias”. Paralelamente, intentó “usufructuar una reventa de malos préstamos”.<br />
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Las autoridades financieras (hacienda) y la Reserva Federal acusan al DB de “mentir reiteradamente y gestionar indemnizaciones por el triple de los perjuicios probados, hasta hoy y en adelante”. Vale decir, miles de millones.<br />
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Según el <em>Wall Street Journal</em>, el grupo trataba de generar hipotecas garantizadas por la administración federal de vivienda (FHA en inglés) lo más rápido posible. Luego las recolocaba entre otros inversores, ya como activos tóxicos. Para ello, certificaba falazmente la solvencia de los solicitantes y, después, lucraba con la reventa.<br />
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Mortgage IT fue adquirida por Deutsche Bank en enero de 2007. Hasta entonces y desde 1999, había percibido ayudas de la FHA relativas a 39.000 préstamos. De ese total, 12.500 eran fallidos, “Mientras DB y su controlada hacían diferencias con créditos garantizados públicamente –señala la presentación judicial-, miles de familias estadounidenses afrontaban embargos, que luego el gobierno debía rescatar vía Fannie Mae y Freddie Mac”.<br />
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Esta grave denuncia compromete la imagen del banco alemán y sus máximos ejecutivos. En verdad, es otro paso en la ofensiva de Washington contra malas prácticas y fraudes del negocio financiero. Por ejemplo, en abril una comisión senatorial encargada de investigar actividades de la banca Goldman Sachs, durante la crisis hipotecaria iniciada a mediados de 2006, llegó a una conclusión: la firma se había beneficiado apostando vía hipotecas basura. Como Mortgage IT, las ofrecía a sus propios clientes. Pero, en el caso de GS, a nadie sorprende ya ese tipo de fraudes.<br />
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¿Deutsche Bank engañó al gobierno de EE.UU.?
Washington denunció ante el tribunal federal de Manhattan al mayor banco privado de la Unión Europea por años de prácticas imprudentes y exigió una multa de US$ 1.000 millones.Una filial del DB había fraguado datos para obtener fondos.