Registra un crecimiento del 38% respecto del volumen existente al cierre de 2015. “Los pagos de este año podrán enfrentarse con los recursos aportados por el FMI, siempre que los tenedores privados de LETEs en dólares renueven al menos el 46% de los vencimientos”, señala Víctor Beker, director del Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano en el último informe del organismo.
Pero la pregunta del millón es cuál es el panorama para el 2020, año en que deberán abonarse US$ 15.200 millones en intereses, 16.700 millones en amortización de capital y 9.500 millones por vencimientos de LETEs, LECAPs y LECERs. Es decir, un total de US$ 41.400 millones.
“La hipótesis oficial es que se renueve el total de los vencimientos de letras, que se cuente con un superávit primario de US$ 5.200 millones, un aporte del FMI y otros organismos internacionales de 8.900 millones y un financiamiento privado de 17.800 millones. Está claro que lo único con que puede contarse con cierto nivel de certeza es con el financiamiento externo ya comprometido. El resto de las variables dependerá de la evolución económica y política”, sostiene Beker.
Sin embargo, el economista destaca que, del total de vencimientos en bonos, sólo US$ 6.800 millones están denominados en moneda extranjera, de los cuales 2.800 millones están en poder del sector público. Del mismo modo, de los 9.500 millones de dólares en letras, sólo 4.500 millones están denominados en dólares.
“Ello indica que el mayor peso para hacer frente a los compromisos de la deuda de 2020 recae sobre la capacidad para obtener fondos en pesos más que en dólares, lo cual reduce considerablemente el riesgo de incumplimiento”, analiza el director del CENE.
En tal sentido, observa que “el programa oficial prevé contar con US$ 16.300 millones en colocaciones en el mercado doméstico. Este elemento, así como la renovación total del stock de letras, son los factores clave para asegurar el cumplimiento con las obligaciones de la deuda pública nacional en 2020”.