Según datos oficiales aportados por el ministerio de economía, el déficit comercial de Japón en 2012 totalizó US$78.000 millones. A esto hay que agregar otro récord, que es el de poseer la mayor deuda del mundo, aunque con la salvedad de que la casi totalidad de la deuda pública japonesa es deuda interna.
El recientemente elegido primer ministro de la tercera economía mundial, Shinzo Abe, desde el primer momento se ha puesto a trabajar para modificar esta realidad y ha lanzado un paquete de estímulos financieros para combatir la deflación al mismo tiempo que ha presionado al Banco de Japón para trabajar en la depreciación del yen, para así revertir la tendencia hacia la caída de las exportaciones.
“La situación será mejor en 2013 con la economía internacional mejorandoâ€, comentó Masahiko Hashimoto, economista del Instituto Daiwa, de Tokio. Según Hashimoto, el conflicto con China tenderá a diluirse. Sin embargo, ninguna de las dos aseveraciones parecen fundarse en la realidad actual. De cualquier manera, Hashimoto sostiene que el déficit se mantendrá alto en el corto plazo debido a que la depreciación del yen encarecerá las importaciones.
La crisis de la deuda en Europa redujo la demanda de productos japoneses, llevando a un crecimiento importante del déficit comercial con la Unión Europea. Mientras que el boicot a productos japoneses realizado por consumidores chinos, debido a la disputa por las islas Senkaku o Diaoyu, llevaron a duplicar el déficit con la segunda economía del mundo.