Todo empezó en 2000. A semanas de finalizar esa campaña, según admiten sus abogados en una demanda, Kotecki –de origen polaco- resolvió aprovechar su impresionante agenda de contactos políticos y empresarios. Además, pondría en juego su amplia experiencia como captadora de fondos. <br />
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Con el tiempo, se convirtió en colocadora de servicios financieros para fondos jubilatorios y especulativos, fideicomisos, etc. En Estados Unidos, aprovechar la experiencia política para hacer ganancias en el sector privado no es ilícito. <br />
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Pero la carrera de Kostecki, de recaudadora para el ex vicepresidente Albert Gore (George W.Bush se le impuso en una controvertida votación armada en Florida por Jeb, el hermano de Bush) a colocadora de servicios dice mucho de la ética norteamericana. <br />
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Hay en efecto una gama de posiciones rentables al alcance de gente bien conectada. Desde operadores de campañas políticas sin trabajo hasta ex ejecutivos de fondos jubilatorios (los más objetables) y hasta ex estrellas de béisbol o básquet. <br />
“Si uno se fija en quienes actúan como agentes colocadores de servicios, descubre muchos ajenos al negocio financiero”, apunta Orin Kramer, que supervisa el sector pensiones en el consejo de inversiones (Nueva Jersey). “Son intermediarios bien relacionados y nada más, que no debieran actuar en estas cosas”. <br />
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Por eso, el fiscal estadual neoyorquino, Andrew Cuomo, y la <em>Securities & Exchange Commission</em> (comisión federal de valores) investigan a agentes que pagan comisiones a funcionarios público o explotan contactos para acceder a fondos de pensión y colocar servicios. El caso de estas entidades es en particular espinoso, pues implica asociar a capitales especulativos una masa que sumaba US$ 2,23 billones y administraba 27 billones a fin de 2008. <br />
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De operadores políticos a operar fondos especulativos
Tras recolectar hace nueve años para candidatos demócratas, Eileen Kotecki lo hace hoy para fondos extrabursátiles y de cobertura (derivados). La dama ha cerrado tratos por US$ 6.500 millones. Esto desvela al fiscal Cuomo.