Los documentos divulgados con detalles sobre asignación “privilegiada” de papeles emitidos vía ofertas públicas iniciales (OPI) a ejecutivos de WorldCom –para asegurarse negocios con la empresa- hacen pensar que otras bancas de inversión, que suelen timonear OPI, también promovían sus negocios mediante recursos como los de SSB. “Debemos examinar a fondo las prácticas privadas en este sector”, sostiene el diputado demócrata John LaFalce, del comité de Servicios Financieros.
También se cuestiona el ambiguo papel de analistas, gurúes y hasta columnistas mediáticos induciendo a comprar acciones durante tres “exuberancias irracionales”: las puntocom, la vanguardia tecnológica y las fusiones y adquisiciones en dos áreas (telcos y medios). “No creo que Salomon haya sido una mosca blanca”, manifiesta al respecto el senador Peter Fitzgerald (está en un subcomité que investiga los escándalos recientes a la luz de los perjuicios ocasionados a con ahorristas comunes y fondos jubilatorios).
Operadores del piso en Wall Street admiten que lo de SSB ha sido una costumbre generalizada desde que, a mediados de los 90, se pusieron de moda la “nueva economía”, sus apóstoles, analistas al servicio de las grandes firmas bursátiles. A ejecutivos de grandes clientes se les asignaban acciones antes de cada OPI, que éstos vendían a pocos días del lanzamiento. Como las habían pagado al precio base, por lo común bajo, las diferencias eran enormes. Los propios consultores recomendaban comprar esos papeles, inclusive por diarios y TV.
Los documentos divulgados con detalles sobre asignación “privilegiada” de papeles emitidos vía ofertas públicas iniciales (OPI) a ejecutivos de WorldCom –para asegurarse negocios con la empresa- hacen pensar que otras bancas de inversión, que suelen timonear OPI, también promovían sus negocios mediante recursos como los de SSB. “Debemos examinar a fondo las prácticas privadas en este sector”, sostiene el diputado demócrata John LaFalce, del comité de Servicios Financieros.
También se cuestiona el ambiguo papel de analistas, gurúes y hasta columnistas mediáticos induciendo a comprar acciones durante tres “exuberancias irracionales”: las puntocom, la vanguardia tecnológica y las fusiones y adquisiciones en dos áreas (telcos y medios). “No creo que Salomon haya sido una mosca blanca”, manifiesta al respecto el senador Peter Fitzgerald (está en un subcomité que investiga los escándalos recientes a la luz de los perjuicios ocasionados a con ahorristas comunes y fondos jubilatorios).
Operadores del piso en Wall Street admiten que lo de SSB ha sido una costumbre generalizada desde que, a mediados de los 90, se pusieron de moda la “nueva economía”, sus apóstoles, analistas al servicio de las grandes firmas bursátiles. A ejecutivos de grandes clientes se les asignaban acciones antes de cada OPI, que éstos vendían a pocos días del lanzamiento. Como las habían pagado al precio base, por lo común bajo, las diferencias eran enormes. Los propios consultores recomendaban comprar esos papeles, inclusive por diarios y TV.