Entretanto, Wall Street continuaba reaccionando. Ahora, por dos motivos: expectativas de que Benjamin Bernanke rebaje el 18 la tasa básica (mera expresión de deseos) y buen desempeño de acciones tecnológicas. También ahí mediaban factores psicológicos.
Aferrados a una tabla, los mercados esperan que el presidente de la Reserva Federal, este viernes en Kansas Citry, eche luz sobre sus intenciones de ahora en veinte días. En una postura casi mágica, los operadores creen que –diga lo que dijere-, será positivo para la bolsa y, de paso, para los crudos.
El avance petrolero neoyorquino (que amainaba a US$ 73) responde –como se ha señalado- a una sorpresiva disminución en las reservas de combustibles, la semana pasada. No obstante, siguen 10% sobre los niveles promedios del último quinquenio para esta parte del año.
Entretanto, Wall Street continuaba reaccionando. Ahora, por dos motivos: expectativas de que Benjamin Bernanke rebaje el 18 la tasa básica (mera expresión de deseos) y buen desempeño de acciones tecnológicas. También ahí mediaban factores psicológicos.
Aferrados a una tabla, los mercados esperan que el presidente de la Reserva Federal, este viernes en Kansas Citry, eche luz sobre sus intenciones de ahora en veinte días. En una postura casi mágica, los operadores creen que –diga lo que dijere-, será positivo para la bolsa y, de paso, para los crudos.
El avance petrolero neoyorquino (que amainaba a US$ 73) responde –como se ha señalado- a una sorpresiva disminución en las reservas de combustibles, la semana pasada. No obstante, siguen 10% sobre los niveles promedios del último quinquenio para esta parte del año.