Crudos a U$S 71,65 en Londres y 68,15 en Nueva York

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El rebote de crudos durante la semana se debe a bajas existencias de combustibles en Estados Unidos y renovada violencia en Levante. En tanto, los tipos norteamericanos ceden algo, pero se agrava la crisis hipotecaria.

Con la demanda estival en ciernes, las existencias de nafta –que se suponía iban a subir- bajaron 0,4% la semana pasada. Así lo reveló el departamento federal de energía y combustibles. Los operadores de la plaza a término esperaban un informe optimista y fue al revés. Como viene sucediendo desde marzo, Londres sintió los efectos más que Nueva York.

Por ende, el crudo Brent nórdico en la plaza británica llegó a US$ 71,65 el barril. En el mercado norteamericano, los tejanos intermedios rozaban US$ 68,15. En ambos casos, máximos en poco más de siete meses.

Entretanto, los rindes para letras de Tesorería aflojaron un poco más. Pasaron del máximo en un quinquenio (5,29 y 5,4% anual para diez y treinta años) a 5,18/23%, o sea el pico en treinta meses. Alan Greenspan había salido a enfriarlas el martes, pero no pudo y ahora predice un alza general de intereses en el mundo (aunque no le fija fecha).

En realidad, lo que hizo el antecesor de Benjamin Bernanke fue minimizar un renovado temor del mercado: que China empiece a vender letras y bonos de la Tesorería norteamericana. Como se sabe, Beijing es el segundo tenedor mundial de esos papeles (el primero es Japón), claves para que las reservas internacionales pasen de US$ 1,15 billones.

Pero Greenspan no pudo impedir que las tasas largas tocasen los picos en cinco años, el martes. Pese al suave repliegue de miércoles y jueves, operadores e inversores institucionales se mantenían a la defensiva. De paso, el sector inmobiliario prendía luces rojas en relación con la crisis hipotecaria: cuanto mayores las tasas largas, más morosos pasan a incobrables y, ahora, se sabe que el primer trimestre batió el récord de ejecuciones inmobiliarias: 4,84% de todos los préstamos pendientes en EE.UU.

En ese contexto, parece increíble que Wall Street, Londres, Fráncfort o San Pablo tornen a inflar indicadores accionarios. Brasil marcó el enésimo récord (53.713 puntos), pese a los problemas generados por un dólar inferior a R 1,925, o sea un real a 52 centavos. Así, la poderosa y clave industria automotriz analiza posibilidades de marchar (o volver) a la Argentina.

Con la demanda estival en ciernes, las existencias de nafta –que se suponía iban a subir- bajaron 0,4% la semana pasada. Así lo reveló el departamento federal de energía y combustibles. Los operadores de la plaza a término esperaban un informe optimista y fue al revés. Como viene sucediendo desde marzo, Londres sintió los efectos más que Nueva York.

Por ende, el crudo Brent nórdico en la plaza británica llegó a US$ 71,65 el barril. En el mercado norteamericano, los tejanos intermedios rozaban US$ 68,15. En ambos casos, máximos en poco más de siete meses.

Entretanto, los rindes para letras de Tesorería aflojaron un poco más. Pasaron del máximo en un quinquenio (5,29 y 5,4% anual para diez y treinta años) a 5,18/23%, o sea el pico en treinta meses. Alan Greenspan había salido a enfriarlas el martes, pero no pudo y ahora predice un alza general de intereses en el mundo (aunque no le fija fecha).

En realidad, lo que hizo el antecesor de Benjamin Bernanke fue minimizar un renovado temor del mercado: que China empiece a vender letras y bonos de la Tesorería norteamericana. Como se sabe, Beijing es el segundo tenedor mundial de esos papeles (el primero es Japón), claves para que las reservas internacionales pasen de US$ 1,15 billones.

Pero Greenspan no pudo impedir que las tasas largas tocasen los picos en cinco años, el martes. Pese al suave repliegue de miércoles y jueves, operadores e inversores institucionales se mantenían a la defensiva. De paso, el sector inmobiliario prendía luces rojas en relación con la crisis hipotecaria: cuanto mayores las tasas largas, más morosos pasan a incobrables y, ahora, se sabe que el primer trimestre batió el récord de ejecuciones inmobiliarias: 4,84% de todos los préstamos pendientes en EE.UU.

En ese contexto, parece increíble que Wall Street, Londres, Fráncfort o San Pablo tornen a inflar indicadores accionarios. Brasil marcó el enésimo récord (53.713 puntos), pese a los problemas generados por un dólar inferior a R 1,925, o sea un real a 52 centavos. Así, la poderosa y clave industria automotriz analiza posibilidades de marchar (o volver) a la Argentina.

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