Convergieron varias causas. Por un lado, datos del departamento federal de energía y combustibles revelaron una abrupta reducción de existencias disponibles en Estados Unidos. Esto mientras intensas tormentas de nieve sigue azotan buena parte del país.
Los inventarios de combustibles destilados, inclusive aceite de calefacción, perdieron cinco millones de barriles durante la semana pasada. En general, los analista no esperaban más de 2.900.000. Esta diferencia puso nervioso mercado de futuros.
El motivo real reside en la segunda semana de febrero. Por entonces, los expertos calculaban 100.000 barriles de baja y ésta superó los tres millones. A eso se añade una serie de problemas en refinerías norteamericanas y cuellos de botella en la red de distribución. Pero, por encima de factores circunstanciales, está la sombra del golfo Pérsico, el despliegue de fuerzas y los riesgos de un ataque a Irán.
Convergieron varias causas. Por un lado, datos del departamento federal de energía y combustibles revelaron una abrupta reducción de existencias disponibles en Estados Unidos. Esto mientras intensas tormentas de nieve sigue azotan buena parte del país.
Los inventarios de combustibles destilados, inclusive aceite de calefacción, perdieron cinco millones de barriles durante la semana pasada. En general, los analista no esperaban más de 2.900.000. Esta diferencia puso nervioso mercado de futuros.
El motivo real reside en la segunda semana de febrero. Por entonces, los expertos calculaban 100.000 barriles de baja y ésta superó los tres millones. A eso se añade una serie de problemas en refinerías norteamericanas y cuellos de botella en la red de distribución. Pero, por encima de factores circunstanciales, está la sombra del golfo Pérsico, el despliegue de fuerzas y los riesgos de un ataque a Irán.