Tampoco cabe esperar mucho de los exportadores ajenos a la Opep. En esencia, Rusia y el resto de la comunidad de estados independientes (CEI), sobre todo los países de Asia central. Los cien dólares que viene subiendo el WTI desde principios de 2002, por otra parte, reflejan en parte el deterioro de esta divisa: desde € 1,005 a 0,629. Este martes, el euro tocaba US$ 1,60.
En cuanto a las empresas, sostienen que están invirtiendo pero afrontan crecientes costos operativos. Mientras, el acceso a grandes yacimientos se torna difícil, los proyectos se complican y aumenta el riesgo de demoras. Esto puede ocurrir con los espectaculares hallazgos submarino de Brasil: el tercero, Carioca, se estima en más de 30.000 millones de barriles, pero puede demandar hasta cuatro años ponerlo en explotación.
Paralelamente, las grandes compañías ya no tienen su antiguo acceso franco al crudo ni al gas natural. En otras palabras, los analistas adictos a ellas afirman que parte del problema de oferta mundial se debe a grandes empresas estatales (Gazprom, Petrobrás, Aramco en Saudiarabia, Iranian Oil, sus contrapartes chinas, etc.). Es una tesis algo arbitraria, por supuesto.
En un tono más técnico, un reciente estudio del Fondo Monetario Internacional deduce que la respuesta de la oferta a los altos precios continuará siendo lenta. Como las empresas privadas, el organismo cree que los crecientes cotos de plataformas marinas y la escasez de técnicos especializados neutraliza las inversiones. Curiosamente, ello ocurre en el sector estatal o mixto. Por el contrario, las limitaciones y dificultades de orden geológico pesan en toda la actividad, si bien ahí el alza de precios está tornando viables yacimiento otrora muy caros de explotar.
Ahora, tras los máximos indicados arriba, los niveles aflojaron un poco. Respectivamente, a US$ 119,15 (WTI) y 115,95 (Brent). A diferencia del lunes y tal vez porque los tejanos se acercan mucho a US$ 120 el barril con entrega en mayo, el alza desvela a Washington. En primer término, porque suben los costos en toda la economía norteamericana. Luego porque el aumento presiona contra ganancias del sector privado y gastos familiares. Por de pronto, la venta de casas en uso cede 2% y los precios acompañan la tendencia. En síntesis, la gente tiene cada día menos dinero y capacidad de endeudamiento.
Wall Street comienza a vacilar y sube la volatilidad en los mercados occidentales. El Dow Jones 30 perdió 0,82%, el Standard&Poor’s 500 bajó 0,88% y el Nasdaq compuesto ampliaba el margen a 1,3%.
Tampoco cabe esperar mucho de los exportadores ajenos a la Opep. En esencia, Rusia y el resto de la comunidad de estados independientes (CEI), sobre todo los países de Asia central. Los cien dólares que viene subiendo el WTI desde principios de 2002, por otra parte, reflejan en parte el deterioro de esta divisa: desde € 1,005 a 0,629. Este martes, el euro tocaba US$ 1,60.
En cuanto a las empresas, sostienen que están invirtiendo pero afrontan crecientes costos operativos. Mientras, el acceso a grandes yacimientos se torna difícil, los proyectos se complican y aumenta el riesgo de demoras. Esto puede ocurrir con los espectaculares hallazgos submarino de Brasil: el tercero, Carioca, se estima en más de 30.000 millones de barriles, pero puede demandar hasta cuatro años ponerlo en explotación.
Paralelamente, las grandes compañías ya no tienen su antiguo acceso franco al crudo ni al gas natural. En otras palabras, los analistas adictos a ellas afirman que parte del problema de oferta mundial se debe a grandes empresas estatales (Gazprom, Petrobrás, Aramco en Saudiarabia, Iranian Oil, sus contrapartes chinas, etc.). Es una tesis algo arbitraria, por supuesto.
En un tono más técnico, un reciente estudio del Fondo Monetario Internacional deduce que la respuesta de la oferta a los altos precios continuará siendo lenta. Como las empresas privadas, el organismo cree que los crecientes cotos de plataformas marinas y la escasez de técnicos especializados neutraliza las inversiones. Curiosamente, ello ocurre en el sector estatal o mixto. Por el contrario, las limitaciones y dificultades de orden geológico pesan en toda la actividad, si bien ahí el alza de precios está tornando viables yacimiento otrora muy caros de explotar.
Ahora, tras los máximos indicados arriba, los niveles aflojaron un poco. Respectivamente, a US$ 119,15 (WTI) y 115,95 (Brent). A diferencia del lunes y tal vez porque los tejanos se acercan mucho a US$ 120 el barril con entrega en mayo, el alza desvela a Washington. En primer término, porque suben los costos en toda la economía norteamericana. Luego porque el aumento presiona contra ganancias del sector privado y gastos familiares. Por de pronto, la venta de casas en uso cede 2% y los precios acompañan la tendencia. En síntesis, la gente tiene cada día menos dinero y capacidad de endeudamiento.
Wall Street comienza a vacilar y sube la volatilidad en los mercados occidentales. El Dow Jones 30 perdió 0,82%, el Standard&Poor’s 500 bajó 0,88% y el Nasdaq compuesto ampliaba el margen a 1,3%.