Se trata de préstamos P2P (peer-to-peer) en los que participan muchos inversores para financiar a empresas, proyectos o persona. Es, en definitiva, una manifestación más de la economía colaborativa que acude en defensa de los consumidores llenando los baches que desde hace años dejan los bancos y las entidades financieras tradicionales.
Con este método, muchas personas prestan pequeñas cantidades de dinero a una empresa a cambio de un retorno financiero estipulado en un contrato de préstamo.
El modelo creció mucho en los últimos años a nivel internacional. Debido a varios factores:
- El rápido desarrollo de internet y de las nuevas tecnologías online;
- La popularidad de las redes sociales y otras comunidades en internet;
- La creciente sofisticación de los inversores, que cada vez más, se sienten capaces y facultados para manejar sus propias inversiones;
- La demanda por parte de los inversores de alternativas más económicas, éticas y transparentes a los productos y servicios financieros tradicionales, sobre todo desde el inicio de la crisis financiera global.
Lo que hacen las plataformas de crowdlending es poner en contacto a las pequeñas y medianas empresas y autónomos con una comunidad de inversores, O sea que las PyME obtienen financiación de un conjunto de inversores, de modo tal que la operación se hace de forma colaborativa. La principal ventaja es que es una alternativa.