Además, anoche la calificadora Standard&Poor’s les bajó la nota a siete entidades financieras, recargadas de morosos e incobrables y sin capital fresco suficiente para operar a ritmo aceptable. Por primera vez desde 1957, el Nikkei tiene menos puntos que el Dow-Jones 30 (clave en Wall Street).
Por otra parte, los bonos de deuda pública y privada también caen. Esto comporta una amenaza lateral para sus equivalentes estadounidenses. Alrededor de US$ 500.000 millones en deuda federal está en manos niponas. Si la crisis provocase aguda iliquidez, bancos, empresas e inversores japoneses podrían salir a vender esos papeles, con lo cual se desplomaría el mercado internacional de deuda. Tampoco el cuadro político ayuda, pues la impopularidad del primer ministro Junichiro Koizumi le impide hacer reformas sistémicas en los resortes económicos y financieros.
Además, anoche la calificadora Standard&Poor’s les bajó la nota a siete entidades financieras, recargadas de morosos e incobrables y sin capital fresco suficiente para operar a ritmo aceptable. Por primera vez desde 1957, el Nikkei tiene menos puntos que el Dow-Jones 30 (clave en Wall Street).
Por otra parte, los bonos de deuda pública y privada también caen. Esto comporta una amenaza lateral para sus equivalentes estadounidenses. Alrededor de US$ 500.000 millones en deuda federal está en manos niponas. Si la crisis provocase aguda iliquidez, bancos, empresas e inversores japoneses podrían salir a vender esos papeles, con lo cual se desplomaría el mercado internacional de deuda. Tampoco el cuadro político ayuda, pues la impopularidad del primer ministro Junichiro Koizumi le impide hacer reformas sistémicas en los resortes económicos y financieros.