Preocupan a los inversores las perspectivas de los mercados emergentes mientras se desacelera el crecimiento en China, la segunda economía mundial y la Reserva Federal de Estados Unidos comienza a reducir su programa de flexibilización cuantitativa.
Las compras de activos de la Fed fueron una característica fundamental en el crecimiento de los precios de los activos en los mercados emergentes durante los últimos cinco años.
El Financial Times informa hoy que el Índice FTSE emerging Markets cayó 1,9% en las primeras cotizaciones del lunes, la más grande caída en un solo día desde el 27 de agosto. El mercado de Hong Kong cayó 2,1%, el de Taiwan 1,6% y en Indonesia 2,6%.
La lira turca lideró la caída debilitándose por onceava vez frente al dólar hasta alcanzar un piso sin precedentes. El rand sudafricano se debilitó por cuarta vez consecutiva frente al dólar y se encuentra ahora en su nivel más bajo desde octu, luego del colapso de Lehman Brothers. El rublo ruso también está en su nivel más bajo de los últimos inco años furente al dólar y viene cayendo en tres sesiones consecutivas. El peso mexicno, una de las monedas más fuertes del mundo en desarrollo, cayó por quinto día consecutivo a su nivel más bajo frente al dólar desde junio.
De las 24 monedas de mercados emergentes que sigue día a día la agencia Bloomberg, sólo tres se mantuvieron en territorio positivo: el renmimbi chino, el dólar de Singapur y el lev búlgaro.
“Los países con grandes déficits de cuenta corriente, problemas políticos y/ o modelo de crecimiento basado principalemnte en la suba de los precios de los commodities son muy vulnerables”, dijo en una nota Holger Schmieding, economista jefe del Banco Berenberg.
Sudáfrica, que tiene el récord en déficit de cuenta corriente, se encamina hacia la quinta elección general desde que llegó al poder el congreso Nacional Africano, el año pasado. La amenazan huelgas minerasd a menos que el gobierno le encuentre una salida a los conflictos. Brasil, la economía más grande de América latina, sufre bajo crecimiento y un déficit de cuenta corriente que está en su nivel más alto en más de diez años.
