<p>En efecto, el espinel asiático cayó este jueves por séptima vez seguida, empujado por el derrumbe de ayer en Wall Street: 4,6% en el Dow Jones 30, 4,4% en el Standard&Poor’s 500, y 4,1% en el Nasdaq. El índice MSCI Asia-Pacific perdió 2,9% y el Nikkei (Tokio) volvía a principios de 2010. Basta un ejemplo: el holding Hong Kong Shanghai Banking Corp –mayor prestamista londinense por capitalización- caía 3% justamente en Hong Kong.<br />
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“Los inversores continúan sacando sus carteras de todo activo que huela a riesgo, pues se aprestan a una etapa todavía más inestable en los grandes mercados”, sostiene Timothy Schroeders (Pengana Capital, un fondo de Melbourne, Australia). “Ahora arrecian especulaciones sobre problemas con la deuda soberana francesa y bancos que perdieron ayer hasta 19% en una jornada.<br />
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Los rumores en París se centraban en las agencias calificadoras y una posible degradación de la deuda titulizada. Pero, como subraya Elliott, “la confianza de los inversores sufre fundamentalmente por ausencia de liderazgo en escala global. En otros términos, Occidente no brinda soluciones bien estructuradas”. Para Schroeders, existe “un inquietante vacío de propuestas creíbles”.</p>
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Corrida al oro, señal de más tiempos revueltos
Sólo en agosto, el metal precioso subió 11% y toca US$ 1.790,80. Esto, sumado al desplome bursátil del miércoles y los malos cierres de hoy en Oriente -indica el analista británico Lawrence Elliott-, apunta a una fase aún más volátil del proceso.